Asesinos de la flor de la luna

Asesinos de la flor de la luna

Este drama histórico criminal muestra una larga y fría historia sobre los primeros comienzos de América. Esperaba una recreación larga, aburrida y algo sesgada políticamente de cuando los europeos blancos reclamaron América, sin embargo me sorprendió.

Al principio percibí a Ernest, interpretado por Leonardo DiCaprio, como el prototipo de hombre blanco con barba y dientes podridos y siempre actuando enfadado con el mundo. Sin embargo, Leonardo hizo un trabajo espectacular metiéndose de lleno en el personaje y mostrando su amplia gama de emociones y dotes interpretativas. Los colonos hacen las maletas y se dirigen al norte de Oklahoma, donde conocen a muchas tribus nativas. La película muestra las tensiones entre los colonos y los nativos en una pelea a puñetazos al más puro estilo John Wick. Los productores hicieron un trabajo respetable para mantenerme interesado durante los 220 minutos de duración de la película, repleta de momentos de tensión y acción constantes.

El líder de la tribu es representado como un anciano sabio libre de daños. La producción parecía querer que pareciese una víctima de la invasión europea. Podrían haber hecho un mejor trabajo para que pareciese más fuerte y menos sumiso hacia los colonos que, en última instancia, se estaban quedando con las tierras de su familia. No parecía tan fiel a la historia como otras escenas.

Durante los 220 minutos que dura la obra maestra, Ernest nos desvela el interior de la mente de los colonos. La introducción de la película da un vuelco inesperado al descubrirnos pronto que Ernest es un asesino en masa; ordena la muerte tan rápido como se puede pedir una comida en un autoservicio. Esta película parecía haber pasado de la ficción histórica al terror. No me gustó el gore inesperado, ya que no estaba anunciado de antemano. No soy una persona muy sensible, pero se agradecería una advertencia antes de presenciar una cruel decapitación.

A lo largo de casi cuatro horas, la película acaba desvelando su tema principal: la masculinidad tóxica y no dejar que la sociedad decida a quién debes amar. Ernest encontró el amor en una de las hijas de los miembros de la tribu superada, Mollie. Me gustó que el director no nos diera apenas pistas sobre el amor oculto que Ernest sentía por Mollie hasta que se reveló.

El tema se pone de manifiesto cuando Ernest se muestra muy tóxico hacia su mujer debido a su raza y género. Más tarde, después de que la esperanza de Mollie de que Ernest cambiara se detuviera, el matrimonio se desmorona. Los actores fueron muy directos a la hora de expresar emociones, es uno de mis detalles favoritos. Las conversaciones agresivas entre los personajes hicieron la película más interesante a pesar de su duración. Proporcionó entretenimiento incluso en los momentos bajos.

Otra gran táctica que utilizó el director para centrar al público fue la muerte. La muerte rodeaba la película y sorprendía al público constantemente. Muchos personajes estáticos morían a diestro y siniestro, proporcionando más emoción a la película.

Los protagonistas, Mollie y Ernest, empiezan a enamorarse el uno del otro. Como en muchas películas que se han visto antes, hay un final feliz. El tema de la masculinidad tóxica y de no dejar que la sociedad influya en tu relación se puso de manifiesto y perduró entre el público cuando abandonamos nuestros asientos.

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