Los siete pilares del autocuidado

Los siete pilares del autocuidado

La International Self-Care Foundation creó los Siete Pilares del Autocuidado para que todas las personas practiquen un autocuidado responsable. Cada pilar está definido por la Organización Mundial de la Salud.

Pilar 1: Conocimientos y alfabetización sanitaria

El conocimiento de la alfabetización sanitaria es la conciencia personal y social de la motivación de los demás para difundir información y ser capaz de procesar la información positivamente. Las personas con mayores conocimientos sanitarios suelen tener mejor salud. Son más eficaces a la hora de tomar decisiones sobre su salud con la información facilitada. Los componentes de la alfabetización sanitaria incluyen: comprender la responsabilidad de mantener la propia salud, saber dónde encontrar recursos sanitarios y reconocer las distintas causas de las crisis sanitarias.

Pilar 2: Bienestar mental, autoconciencia y agencia

El bienestar mental varía según la situación, pero suele incluir optimismo, satisfacción vital, sentimiento de orgullo y autoestima. Los pilares 1 y 2 suelen influirse mutuamente, ya que la degradación de la salud física de una persona puede influir negativamente en su salud mental y viceversa. Una persona debe tener un estado estable de autoconciencia para abogar por sí misma en relación con su salud. Este pilar incluye conocer su historial médico y el de su familia, estaturas, pesos, perfiles de sueño y niveles de estrés. Con esta información, una persona puede evaluar su dieta, su nivel de actividad física y sus posibles factores de riesgo.

Pilar 3: Actividad física

La actividad física es un movimiento corporal que consume energía y es esencial, ya que mejora el estado de ánimo y la forma física. También puede reducir los riesgos de enfermedades no transmisibles. Este pilar puede mejorar drásticamente los dos anteriores. La inactividad física es el cuarto factor de mortalidad mundial, lo que refuerza aún más la importancia de mantener esta forma de autocuidado. Los componentes clave de la actividad física varían en función de la edad, pero en general consisten en una actividad aeróbica diaria y un fortalecimiento muscular semanal.

Pilar 4: Alimentación sana

Una dieta poco saludable puede aumentar los factores de riesgo de las enfermedades crónicas. Por ello, la dieta y la actividad física se consideran uno de los dos principales factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles. Las pruebas demuestran que las personas pueden mantenerse sanas hasta los 70, 80 y 90 años, pero sólo cuando se siguen una serie de comportamientos que promueven la salud, incluida una dieta sana. Se anima a las personas a aumentar y mantener un consumo saludable de frutas y verduras, limitar la ingesta total de grasas, así como de azúcares simples y altos niveles de sodio.

Pilar 5: Evitación o mitigación de riesgos

Evitar o mitigar el riesgo consiste en evitar activamente las actividades que aumentan el potencial de enfermedad o muerte. Puede consistir en ponerse el cinturón de seguridad, no fumar o dejar de fumar, protegerse del sol, etc. Además, evitar riesgos es vital para aumentar la longevidad de la vida de una persona de forma saludable y positiva. El quinto pilar del autocuidado suele ponerse a prueba por la presión de grupo y otros factores ambientales, lo que significa que es posiblemente uno de los pilares más difíciles de completar. Sin embargo, esta rama del autocuidado es crucial para mantener la salud mental y física de una persona.

Pilar 6: Buena higiene

La higiene se refiere a las condiciones y prácticas que ayudan a mantener la salud y prevenir la propagación de enfermedades. El saneamiento y la higiene afectan a las personas a nivel personal y comunitario. Si una persona no mantiene una buena higiene, existe un mayor riesgo de propagación de enfermedades, lo que a su vez repercute en una comunidad. Lavarse las manos es una de las prácticas más sencillas para mantener una buena higiene, pero también puede mostrarse en un entorno de vida/trabajo limpio y esterilizando las zonas de preparación de alimentos.

Pilar 7: Uso racional y responsable de productos y servicios de autocuidado

Por último, el uso racional y responsable de los productos y servicios sanitarios como parte del autocuidado implica que las personas gestionen su salud de forma segura y eficaz. Participar activamente en este pilar se parece al uso responsable de la medicación recetada en los servicios de bienestar (como los gimnasios). Comprender el por qué, el qué y el cómo de las prácticas de autocuidado de un individuo contribuye principalmente a la responsabilidad de la persona a la hora de realizar dichas prácticas. El uso inadecuado de productos o servicios de autocuidado puede conducir al abuso de sustancias, a la hipocondría o a la violación del quinto pilar.

El cuidado personal es mucho más de lo que crees. Haz clic aquí para leer los consejos de Megan, colaboradora de Girl Spring, para cuidarse más allá del cuidado de la piel.

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