Una charla sobre la vida
El propósito de este ensayo es enseñar a la gente qué leyes (prácticas esenciales) deben utilizar para ser la mejor versión de sí mismos. Si adoptas estas leyes, tendrás una base sólida sobre la que construir. Estas leyes son una guía hacia el éxito y te ayudan a superar los retos que te plantea la vida. Utilicé mi experiencia vital para crear estas nueve leyes, y cada una de ellas ha mejorado significativamente mi vida.
La primera ley es la ley del aprecio. Todo el mundo tiene algo que apreciar. Incluso en tus días más aburridos sigues vivo, y la vida es un don precioso que se puede apreciar. Si no aprecias plenamente lo que tienes, te sentirás insatisfecho en lugar de alegre. Un sentimiento de desnudez se crea en tu alma cuando desprecias los dones que Dios te ha dado. La mayoría de la gente se enfrenta a algún tipo de tristeza o depresión a lo largo de su vida. Un sentimiento de aprecio es la cura para la tristeza o la depresión porque no puedes sentir un profundo sentimiento de aprecio y negatividad al mismo tiempo. Hace unos años, toqué fondo debido a algunos errores. Cuando toqué fondo, recordé el sabio consejo de mis padres: agradece lo que tienes. Al final, después de apreciar todo lo que tenía, me di cuenta de que tengo bastante más que el chico medio, así que decidí utilizar mis recursos para ayudar a personas y animales menos afortunados. Además, debes mostrar agradecimiento porque la mayoría de la gente lo tiene peor que tú. Hay mucha gente que no tiene las cosas más básicas que la gente acomodada da por sentadas. (Dar por sentadas estas cosas básicas es un insulto a las personas que harían prácticamente cualquier cosa por conseguir algo tan básico como agua limpia.
La segunda ley es la ley de la adversidad. Todo el mundo se enfrentará a la adversidad en algún momento de su vida, por lo que no existe una vacuna contra la adversidad. En cambio, existe un tratamiento para curar la adversidad, que consiste en responder positivamente o crecer a partir de tu adversidad. Si respondes positivamente a la adversidad, adquirirás sabiduría y no volverás a cometer el mismo error. Si la adversidad está fuera de tu control, entenderás cómo manejar la adversidad de manera más eficiente en casos futuros. Si haces caso omiso de tu adversidad e ignoras tus luchas, con el paso del tiempo tu adversidad se convertirá en algo extremadamente difícil de manejar. Cuando me enfrenté por primera vez a la adversidad, dejé que me comiera. Todos los días me limitaba a hacer lo que tenía que hacer, esforzándome lo mínimo posible para pasar el día. Hacer esto todos los días me metió en un agujero del que parecía demasiado profundo para salir. Por ejemplo, después de enfrentarme a esta adversidad, mis notas bajaron entre un 3 y un 10%. Varios días a la semana, apenas tenía motivación para levantarme de la cama e ir al colegio o al entrenamiento de baloncesto. Con el tiempo, me enseñaron a manejar la adversidad de forma positiva y, aunque no fue fácil, salí del agujero. P: ¿Cómo puedes responder positivamente a la adversidad? R: La adversidad tiene muchas formas y tamaños, así que en cada caso hay una manera diferente de responder positivamente. Sin embargo, lo único que es similar es que debes encontrar formas de superarte a ti mismo. Por ejemplo, John se ha enfrentado a la adversidad porque su abuelo falleció. Después de esta tragedia, decide completar una maratón (que siempre había querido hacer) y se vuelve más sano. John encontró la manera de recuperar la alegría. Obviamente, llorar y reflexionar está bien tras la muerte de un ser querido, pero no dejes que dure para siempre.
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La tercera ley es la ley del trabajo duro. Todo ser humano nace con la capacidad de trabajar duro. En última instancia, la persona que trabaja más tendrá más éxito. ¿Por qué? El trabajo duro es lo más importante que puede determinar el éxito, porque demuestra hasta qué punto una persona quiere algo. Si eres perezoso y no trabajas duro, nunca serás capaz de utilizar tus talentos, y nunca serás capaz de tener un impacto en el mundo. El trabajo duro también conduce al logro y pone dignidad a tu nombre. El año pasado jugué un partido de baloncesto contra un equipo mejor que el mío. Uno de los chicos del equipo contrario ya estaba siendo observado por ojeadores universitarios, pero cuando mi equipo jugó contra ese equipo ganamos por cinco puntos. Ganamos por dos razones. La primera es que nos dejamos la piel en los entrenamientos, y la segunda es que lo queríamos más que el otro equipo. Esas dos cosas son las características del trabajo duro.
La cuarta ley es la ley de la autodisciplina. La autodisciplina es la capacidad de controlarse a pesar de las tentaciones. La autodisciplina es indispensable porque los distractores se interponen en el camino de tus sueños. Nunca dejes que el alcohol, las drogas, la comida, los videojuegos u otras cosas relacionadas se conviertan en maldad. Esas cosas se vuelven malas si las usas en exceso. Hay una buena manera de desarrollar la autodisciplina. Coge una cosa que uses demasiado y que te esté haciendo retroceder. Enciérrala durante una o dos horas y cada día aumenta su uso durante diez o veinte minutos. Al final, serás capaz de prescindir de ese objeto durante mucho tiempo. Cuando se me ocurrió esta idea, decidí poner a prueba mi teoría. Tenía una relación abusiva con la comida y llegué a tener sobrepeso extremo. (Al encerrar la comida, reforcé la idea de que no debía comer alimentos en exceso y perdí 10 kilos en pocos meses.
La quinta ley es la ley del propósito. El propósito es lo que te saca de la cama. Todo el mundo tiene un propósito. Tu propósito debe ser algo que te guste. Si no disfrutas con tu propósito, no lo harás lo mejor que puedas. Nunca te conformes con un propósito a menos que sea algo que te apasione. Si no te apasiona, te sentirás distante de tu propósito y no te resultará agradable, pero si te apasiona, estarás en la zona y te sentirás más cómodo. Además, debes intentar que sea impactante. No hay ningún requisito que diga que tienes que tener un coeficiente intelectual de 160 para tener un impacto en el mundo. Lo que necesitas tener para conseguir un propósito impactante es dedicación. La dedicación es gratis, así que ¿por qué no utilizarla? Cuando tuve problemas en mi vida, lo primero que encontré fue un propósito. Sabía que si encontraba un propósito tendría algo que me motivaría a levantarme cada día, y que encontrar un propósito sería la base para volver a encarrilar mi vida.
La sexta ley es la ley del respeto. Respetar es mostrar consideración por los sentimientos, deseos, derechos o tradiciones de los demás. Los delitos de odio son una muestra de falta de respeto. El suicidio puede producirse por falta de respeto. Las relaciones pueden terminar por falta de respeto. Los periodos prolongados de tristeza pueden deberse a la falta de respeto. ¿Por qué no pones de tu parte para arreglar las cosas sencillas cuando la gente está trabajando muy duro para arreglar las cosas difíciles? TODAS las personas son vulnerables a algo. ¿Por qué harías daño a alguien para aumentar tu ego? Si en lugar de eso simplemente mostraras respeto a alguien, este mundo sería un lugar mucho más hermoso.
La séptima ley es la ley del miedo. Los seres humanos suelen enfrentarse a grandes cantidades de miedo. Si quieres ser extraordinario, tienes que asumir riesgos y enfrentarte a tus miedos. No mucha gente se atreve a hacer algo que le hace sentir incómodo. Cuando te arriesgas constantemente y te enfrentas a tus miedos, entonces eclipsarás a todas las personas que están estancadas en vencer sus miedos. En lugar de dejar que el miedo se coma tu esperanza, abraza tu miedo y úsalo como combustible. Yo tenía niveles de ansiedad más elevados que la media de los niños durante acontecimientos de gran presión. Aprendí ejercicios de respiración que me despejaban la mente y me esforcé al máximo para encontrar cualquier forma de reducir la ansiedad. Esto hizo que mis notas en los exámenes aumentaran entre un cinco y un diez por ciento, y también me hizo rendir mejor en situaciones de mucha presión, como los partidos de baloncesto.
La octava ley es la ley de la persistencia. Durante tu estancia en esta tierra, hay obstáculos que impiden tu camino hacia el éxito. Crean un dolor insoportable que hace que la gente abandone, para que cese el dolor. Para maximizar tu potencial, tienes que sudar la gota gorda o, de lo contrario, no alcanzarás los objetivos que requieren resistencia mental o física. Otros brillarán mientras tú te quedarás en la sombra con poco de lo que sentirte orgulloso. Hace poco me fijé un objetivo: ganar 5 kilos de músculo en cuatro meses. Aunque esta tarea es difícil y requiere persistencia mental y física, mejoró mi vida al mejorar mis habilidades en el baloncesto.
La última ley que sigo es ignorar a los detractores. Los detractores vienen cuando tienes sueños. Son personas que te atacan porque sienten envidia de que estés más cerca de un punto que ellos quieren alcanzar. Si escuchas a los detractores, te absorberá su negatividad y te convertirás en la persona que ellos quieren que seas. En lugar de eso, deberías utilizar los comentarios de esas personas como combustible para demostrarles que están equivocados. La gente ha dudado de mí toda mi vida. Al principio pensé que tenían razón, pero con el tiempo me di cuenta de que los seres humanos tenemos un potencial ilimitado. Me dejé la piel hasta que casi fui la primera persona en crear un cuidador robótico. Haciendo caso omiso de los detractores, logré mi sueño. (Pensaba que era el primero hasta que busqué en Google y me di cuenta de que algunas personas lo habían conseguido antes que yo).
Si aplicas cada uno de los consejos que he compartido contigo hoy, puedo garantizarte que tendrás más éxito. Aplicar estos consejos no significa que la vida será fácil, pero será más fácil. La vida es un regalo, así que cada decisión que tomes debe ser meditada porque sólo hay un número limitado de espacios para el éxito.
Consejos adicionales:
Llega siempre pronto, NO tarde. ¿Por qué? Llegar tarde es descortés porque haces perder el tiempo a los demás. Además, llegar tarde demuestra falta de capacidad. Si no eres capaz de llegar a tiempo, tendrás dificultades para realizar tareas más difíciles. Nunca pongas excusas como: "Ha habido un accidente de coche" o "Había un atasco", porque si simplemente hubieras previsto esos casos saliendo antes llegarías a tiempo o antes.
El karma es real. Aunque el karma es una creencia budista, creo que todas las personas deberían entenderlo y aceptarlo. Si haces intencionadamente algo que tiene un impacto positivo en alguien, entonces recibes karma positivo, pero si haces intencionadamente algo que tiene un impacto negativo en alguien, entonces recibirás karma negativo.
No te limites. Limitarte a ti mismo reduce tu potencial. Si dices: "Sólo ganaré 60.000 dólares al año", entonces nunca serás capaz de ganar 70.000 dólares u 80.000 dólares. El potencial de un ser humano es ilimitado siempre que te esfuerces.
Nunca te compares con los demás. Por muy bueno que seas, siempre hay alguien mejor. Compararse con esas personas "mejores" provoca irritación porque uno se siente fracasado por no ser el mejor. El éxito es una medida individual. Fíjate objetivos personales y proporciona a esos objetivos resultados. Además, cuando te comparas con los demás, no estás mejorando, mientras que las personas con las que te comparas sí están mejorando.
