Un asunto de venenos

Personalmente, siempre me he preguntado por el origen de la idea de la Reina Oscura. La malvada madrastra de Blancanieves que intenta envenenarla. Así que decidí investigar, y lo más parecido que encontré a este tropo fue el Asunto de los Venenos.

Introducción

Es la Francia del siglo XVII, el rey Luis XIV es el rey y bajo su mandato el ejército es fuerte, y las artes están floreciendo. La aristocracia del rey Luis es muy poderosa, Marie-Madeleine Marguerite lo sabía y quería entrar. Era la hija mayor de un magistrado muy acomodado. Pero ser rico no te convierte en la realeza. Así que se casó con Antoine Goblin, que era un hombre descrito como inestable y sin moral.

Con este matrimonio era oficialmente una aristócrata, por lo que comenzó su romance con un general militar; Gaudin De Sainte-Croiy. Su aventura se convirtió rápidamente en un escándalo público. La familia de Marie estaba muy disgustada por su infidelidad y aún más enfurecida por la reputación de la familia, ahora arruinada. Su padre, indignado, arrojó a Gaudin de Sainte-Croiy a la Bastilla durante más de un mes. Durante ese mes, Gaudin recibiría clases de Egidio Exili, un experto en venenos. Gaudin enseñó todo lo que había aprendido a Marie-Madeleine Marguerite.

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La fase de pruebas

Marie-Madeleine Marguerite era una mujer bondadosa que trabajaba como enfermera voluntaria en el hospital local; preparaba las comidas de los pacientes y les levantaba el ánimo con vino. Pero también era una mujer de ciencia, y estas comidas no eran más que experimentos para encontrar el veneno perfecto. Así fue como perfeccionó su "Vinum Mors" (vino de la muerte). También guardaba rencores desagradables. Mató a su padre para vengarse de él por haber metido a su amante en la cárcel.

Luego mató a sus hermanos para convertirse en la única heredera de la fortuna familiar. Como era de esperar, también intentó envenenar a su marido Antoine, pero cada vez éste se recuperaba. Hacia 1672, Gaudin de Sainte-Croiy murió a causa de un experimento que salió mal. Algunos especularon que Marie lo había matado después de que él se negara a casarse con ella, pero esto nunca se demostró. Tras su muerte, la policía allanó su casa y encontró varias cartas ocultas.

Las cartas de los chivatos

Estas cartas mostraban todos los crímenes que Sainte-Croiy había cometido. También contenían pruebas y confesiones de los propios crímenes de Marie, lo que la llevó a huir. Fue descubierta en 1675 actuando como monja en el campo. Una vez encontrada, fue llevada a Francia para ser juzgada. Al negársele un abogado, el 17 de julio de 1676, frente a 10.000 personas, fue enviada a ser decapitada.

Antes de que su cabeza cayera al suelo, miró a la multitud y gritó: "¡La mitad de la nobleza es tan culpable como yo!". Fue entonces cuando el pueblo de Francia se volvió extremadamente paranoico, muchos hombres nodales temían notablemente de lo que pudieran ser capaces las mujeres. El rey Luis, para apaciguar a los nobles, envió a Nicolas de la Reynie a dirigir la investigación sobre la alta sociedad del veneno; tardó 3 años en completarla.

Retraso en el final

Durante el mes de abril de 1679, se celebró un juicio especial llamado Chambre Ardentel para los acusados. Se celebraron doscientas sesiones en el Arsenal de París. Durante estas sesiones se emitieron trescientas órdenes de arresto, cartas escritas y firmadas por funcionarios del gobierno. Treinta y seis mujeres fueron condenadas a muerte, entre ellas dos importantes cabecillas de la fabricación y venta de veneno, La Voisin, alias Catherine Deshayes, y Madame Monvoisin, que fueron quemadas el 22 de febrero de 1680.

Otra importante mujer implicada fue Madame de Montespan, la amante del rey Luis, que intentó envenenar a su rival Mlle de Fontanges y al rey. Es importante señalar que el rey estaba muy encaprichado con Madame Montespan. Se puso furioso por el hecho de que se la acusara y suspendió los juicios públicos pensando que se trataba de un intento por parte de la opinión pública de eliminar a la realeza. Sin embargo, la investigación continuó, la mayoría de los delincuentes se libraron de la ejecución y acabaron en la cárcel. No hay un número claro de ejecuciones oficiales.