Cómo superar una semana difícil en la escuela

Cómo superar una semana difícil en la escuela

El año escolar está lleno de altibajos para todos los estudiantes. Hay momentos en los que te sientes preparado y seguro con tus estudios. Pero, inevitablemente, habrá momentos en los que no te sientas más que quemado y agotado. Durante una semana difícil de clases, es posible que te encuentres luchando para mantenerte al día, para estar al tanto de tus asignaciones y tareas. Sin embargo, hay varias maneras de hacer que una semana sea menos agobiante y difícil de superar.

Tómese un día a la vez

Aunque la semana escolar en su conjunto puede parecer abrumadora, la clave es cambiar la mentalidad y tomarse un día a la vez. La mentalidad de tomar un día a la vez te desafía a concentrarte únicamente en la tarea que tienes a mano en lugar de pensar continuamente en la abundancia de trabajo que tienes que completar durante toda la semana. Por ejemplo, cuando estás completando tus deberes de matemáticas, tu mente puede divagar. De repente, los pensamientos sobre el partido de deportes de la semana y el gran proyecto que tienes que hacer en inglés se apoderan de ti. Esta es exactamente la situación que quieres evitar. Cuando te consuma la enormidad de la semana que tienes por delante, perderás la motivación para terminar con éxito tu carga de trabajo del día.

Haz que el estudio sea más agradable

Durante las semanas en las que el estudio ocupa la mayor parte de tu tiempo, aburrirse es casi inevitable. Después de un tiempo de estudio, empiezas a sentirte agotado y pierdes todas las ganas de seguir adelante. Pero, si haces que estudiar y terminar el trabajo sea un poco más agradable, las largas jornadas se sentirán menos agobiantes. Tal vez unirse a un grupo de estudio sea la forma de estudiar mejor. Tal vez estudiar con un amigo sea la mejor opción para ti. Mantenerte concentrado en un entorno en el que te sientes cómodo es mucho más fácil que presionarte para completar mucho trabajo en un espacio en el que no trabajas de forma más eficiente.

Hacer que el estudio sea más agradable no tiene por qué ser difícil y no tiene por qué implicar a otras personas. Por ejemplo, puedes hacer que estudiar sea menos mundano simplemente cambiando de espacio de trabajo. Trabaja con las opciones que tienes para que completar el trabajo sea un poco menos estresante y aburrido.

Ahorra tiempo para relajarte

Después de un largo día de escuela y actividades extraescolares, vuelves a casa para completar aún más trabajo. Pasan las horas y ya has terminado la mayor parte del trabajo de la noche. Aunque te quede una tarea menor por hacer, tomarte un tiempo, aunque sea de diez minutos, resultará beneficioso no sólo para tu salud mental, sino también para tu eficacia a la hora de completar tu trabajo. A veces, la mejor manera de motivarse para superar una jornada escolar difícil es darse descansos después de largos períodos de estudio.

Reservar un tiempo en tu día para dedicarte un momento a ti mismo también te servirá de recompensa. A lo largo del día, puedes esperar el tiempo que tendrás más tarde para relajarte y hacer algo que te haga feliz.

No seas demasiado duro contigo mismo

Es muy fácil castigarse por los exámenes en los que se podría haber hecho mejor. Es tan fácil castigarse por tareas que no se entienden del todo. Es muy fácil castigarte por no alcanzar tu nivel de perfección. Pero, lo que es verdaderamente difícil de hacer es tratarse a sí mismo con paciencia y amabilidad, incluso si está bajo mucha presión.

Recuerda que lo único que puedes controlar es dar lo mejor de ti en cada tarea. Habrá tareas en las que lo hagas bien, y habrá otras en las que podrías haber rendido mejor. Es imposible completar cada tarea perfectamente. Buscar la perfección sólo te llevará al fracaso.

Dar prioridad a ciertas tareas sobre otras

Con demasiadas tareas por contar que quedan sin marcar en tu lista de tareas, te sientes atascado. ¿Voy a ser capaz de terminar todas estas tareas a tiempo? Esta pregunta puede surgir en tu mente unas cuantas veces. Dar prioridad a ciertas tareas sobre otras es esencial para superar una semana dura de clases.

Supongamos que tu tarea de química es para completar el crédito, lo que significa que recibes todo el crédito por simplemente terminarla. Sin embargo, por otro lado, mañana tienes que entregar un importante trabajo de inglés. En lugar de dedicar un tiempo innecesario a los deberes de química, es mejor dedicar la mayor parte del tiempo al trabajo de inglés, ya que éste afectará más a tu rendimiento académico.

Pensar cuidadosamente en qué tareas o exámenes merecen más atención es una estrategia que muchos estudiantes suelen pasar por alto, pero es una estrategia que te permitirá conservar tus buenas notas.

Mantenga su planificador cerca

Si tiendes a no hacer un seguimiento de tus tareas mediante una lista de tareas o un planificador, debes hacerlo durante tus agitadas semanas. Gestionar bien tu trabajo es la única manera de asegurarte de que superas con éxito una semana dura de clases. Sin duda, las tareas se te olvidarán. Puede que te olvides de un examen importante. Tu planificador hará que todo parezca más factible.

Como estudiante, es más importante que nada reconocer que tendrás semanas fantásticas y semanas difíciles. Simplemente recuerda que es normal sentirse muy estresado y que, pase lo que pase, superarás las semanas difíciles. Las semanas difíciles son tan importantes como las semanas tranquilas; ambas experiencias te permitirán crecer como estudiante.

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