Las relaciones de verano

Las prohibiciones, los inconvenientes, los riesgos… nos gusta la aventura cuando nos enamoramos.

Sí lo tenemos fácil, nos aburrimos, queremos acción.

Los amores imposibles, casi siempre nos llaman la atención de una manera especial. Son como imanes que nos atraen sin que podamos remediarlo.

En vez de empezar una relación con quien te lo pone fácil, te regala el oído y va detrás de ti, nos empecinamos en conseguir a la persona que pasa de nosotros, que no nos hace caso, y que incluso tiene pareja.

¿Por qué somos tan complicados? ¿Por qué nos gusta lo difícil?

Somos así, no podemos remediarlo. Y ahora con el verano mucho más.

Empezamos una historia en la playa, durante las vacaciones y lo peor de todo es que sabemos que no va a durar, que se acaba, pero en vez de recular seguimos adelante y además nos entregamos sin pensar en las consecuencias.

Así es el amor de verano. Una historia pasajera, de duración determinada y que a pesar de todo, y conociendo todo lo que va a pasar, da igual lo que nos digan o nos aconsejen, nosotros queremos esa aventura.

¡Vívelo a tope! Sabes que se terminará o no, y quizás tengas suerte y encuentres el amor de tu vida.

Disfruta del amor, ya sea inverno o verano, pero esa sensación nadie te la puede quitar.