Luce estupenda durante el verano como Jennifer Aniston

HUYE DE LAS TENTACIONES DURANTE LAS VACACIONES




Seguro que durante el invierno comenzaste con la operación Bikini, ¿verdad? Enhorabuena, porque serás de las pocas que lo hiciste.

Y una de ellas, fijo que ha sido una celebrity como Jennifer Aniston.

Pero, ¿crees que durante el verano ya no se cuidan? Te equivocas.

Durante la temporada estival las tentaciones te rodean por todas partes, vayas donde vayas las calorías y los kilitos de más te persiguen, aunque no te des cuenta, o no quieras hacerlo.

Nosotros te ayudamos a que conozcas todas las tentaciones que te pueden acechar este verano y así podrás evitarlas o no, eso depende de ti.

Peligro, el Vermut te persigue. Que bien sientan unas cañitas a media mañana y mientras arreglas el mundo con tus amigas. Sí, es genial, pero el alcohol no lo es tanto, tiene muchas calorías y si te pasas, notarás las consecuencias en tus cartucheras. Cambia el alcohol por algo más natural, como un zumo o agua.

Vacaciones=pereza. La vaguería que nos entra en verano es uno de los peores enemigos. Te relajas, no haces deporte, estás todo el día tirada en el sofá. No, eso no puede, ser. El buen tiempo te permite hacer muchas cosas, así que no te quedes en casa, sal y diviértete con tus amigas o tu familia, pero sobre todo, no dejes que las redes del sillón te atrapen. Tienes que moverte.

El desayuno. Otra terrible tentación. Estás en periodo de descanso, tu pareja también y te prepara el desayuno y te lo lleva a la cama, ¡qué romántico! Sí muy bonito, pero toma bollos, venga cereales, zumo, pastelitos… una vez, dos veces, te lo puedes permitir pero no abuses que no entrarás en tus vaqueros cuando te levantes. Y qué decir de los riquísimos buffet de los hoteles, son un delicia, pero tienes que ser fuerte. No abuses, total, durante todo el año aguantas con un simple café.

Que maravilla viajar, conocer nuevos sitios, nuevos lugar y nueva GASTRONOMÍA, precioso. Pero , claro, quieres probarlo todo y acabas poniéndote las botas. Puedes probar, pero un día un poquito, otro día otro poquito, y siempre mezclándolo con ejercicio y comidas menos copiosas que las del sitio donde te encuentras.

Tus hijos no tienen cole y están contigo todo el día. Y ahora fíjate, chuches, helados, dulces… ¿a qué tienen alguna de esas cosas entre sus manos todo el tiempo? Y tú también. Te dejas arrastrar por sus caprichos y acabas por compartirlos con ellos. Ten cuidado, tus hijos son una terrible tentación para ti.

Y el mayor peligro, la mayor tentación… los chiringuitos de la playa, los vendedores ambulantes. Sí vienen muy bien cuando no hay nada cerca. Pero, ¿ dónde está el riesgo? Yo te lo explico. Picas entre horas. Es lo peor que puedes hacer. Que si un heladito por aquí, unos dulces por allá, un refresquito por el calor, una cervecita para la playa… ¡para! Vas fatal, estás cometiendo el mayor pecado. Haz cinco comidas al día, sanas y sin abusar. No es tan difícil.

Apréndete bien todas las tentaciones, así ninguna te pillará por sorpresa y cuando acaben las vacaciones, te mirarás en el espejo y dirás ¡Soy una superviviente!

Ánimo, que tu puedes. Seguro que lo conseguirás.

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