Ayuda Me gradúo sin saber qué hacer

Work in Progress es una columna sobre cómo abrirse camino en el mundo laboral. ¿Tienes alguna pregunta para Rainesford Stauffer? Envíela a TVworkinprogress@gmail.com.

El brillo de la graduación -mover la borla, la reunión de amigos y familiares, el dulce, dulce alivio de haber terminado con los exámenes para el futuro inmediato- puede quedar rápidamente eclipsado por la inminente pregunta: ¿Qué vas a hacer ahora?

Los titulares por sí solos son estresantes. La promoción de 2023 se gradúa en un mercado laboral difícil. Los pagos de la deuda de los préstamos estudiantiles están a punto de reanudarse. Los recién licenciados solicitan más puestos de trabajo y empiezan antes a buscar empleo, al menos según algunas encuestas. Si añadimos todo eso a la presión habitual de "¿Qué voy a hacer con mi vida?", es fácil sentir que deberías tener todo tu futuro resuelto incluso antes de que llegue tu diploma por correo.

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El año pasado, para Work in Progress, hablamos con expertos y recién licenciados sobre lo que la gente que se va a licenciar debería priorizar a la hora de buscar trabajo, como asegurarse de que una organización responde a tus preguntas durante las entrevistas y que no pasa nada si un trabajo no es lo que te apasiona. Pero subyace otra pregunta: ¿Qué ocurre cuando has cerrado un capítulo de tu vida y no tienes ni idea de qué hacer a continuación?

¿Por dónde empezar?

Si no estás seguro de por dónde empezar a buscar trabajo, Egbo señala: "No se trata tanto de a dónde te puede llevar tu titulación como de a dónde quieres llevarla", lo que significa que las competencias son transferibles. Pueden trasladarse contigo desde todo tipo de escenarios a diferentes tipos de puestos de trabajo.

Egbo creó un método que denomina RAD: reflexionar, evaluar, decidir. En primer lugar, reúne todas tus habilidades en una hoja de cálculo y empieza a pensar dónde las has desarrollado. "Mucha gente no se da cuenta de que tu trayectoria profesional empieza cuando estás en la escuela", dice Egbo, por lo que la gente no piensa en las experiencias educativas como experiencias laborales significativas. Pero la colaboración en proyectos, la recaudación de fondos, tomar la iniciativa en la planificación de un evento, la atención al cliente en un trabajo a tiempo parcial, hablar en público o coordinar un grupo de estudiantes son habilidades que puedes haber adquirido durante la universidad y que pueden trasladarse a un trabajo a tiempo completo. Se trata de "analizar realmente todas tus experiencias e identificar qué habilidades has adquirido con ellas", afirma.

A continuación, evalúa tus habilidades para que te ayuden a afinar las capacidades y conocimientos que quieres utilizar en tu carrera y trabajo, dice Egbo. Piensa en las habilidades utilizando dos medidas: cuánto disfrutas utilizando la habilidad específica y tu nivel de conocimientos en lo que se refiere a la habilidad. A continuación, puedes evaluar tus habilidades puntuando cada una de ellas en una escala de uno a cinco, explica, lo que significa que podrías dar a trabajar con datos una puntuación de un cuatro en la escala de disfrute, pero un dos en lo que respecta al nivel de conocimientos si tu conocimiento de los datos es limitado. Haz todo lo posible por buscar un trabajo en el que puedas utilizar las habilidades que más te gustan, añade.

Esto te ayudará a considerar no sólo en qué eres bueno, sino a qué te gustaría dedicar tu tiempo. Por último, Egbo dice que te decidas investigando para encontrar los trabajos que se ajusten a las aptitudes que has esbozado, y los solicites.

Este marco rompe la aparentemente abrumadora tarea de encontrar un trabajo en pequeños trozos, y a veces encontrar un punto de partida es la parte más complicada de cualquier transición vital. Además, utiliza recursos como la oficina de servicios profesionales o la red de antiguos alumnos de tu centro de estudios. Algunos ofrecen revisión de currículos, acceso a portales de empleo u oportunidades de establecer contactos para encontrar el trabajo adecuado.

Conoce tu "por qué" y tu "qué"

"Los primeros trabajos consisten en explorar quién eres y qué quieres hacer. Es ensayo y error", dice Egbo. "Tu primer trabajo no tiene por qué ser el trabajo perfecto de tus sueños". Piensa por qué estás solicitando un trabajo en primer lugar, dice Egbo. Quizá esté relacionado con tu campo de estudio o quizá te permita pagar facturas. Luego, continúa Egbo, tus "qué" son los aspectos de un trabajo que te hacen querer solicitarlo. Por ejemplo, un salario más alto en un puesto puede permitirte salir de deudas más rápidamente, frente a un trabajo con un salario más bajo pero más oportunidades de crecimiento. Mientras Egbo hablaba, yo me lo planteaba casi como sopesar pros y contras, en sintonía con lo que necesitas en un momento dado.

Y Egbo señala que si algo no te parece bien después de aceptar ese primer trabajo, no pasa nada por dar un paso atrás, reflexionar sobre si el trabajo sigue sirviendo para lo que quieres y, si no es así, buscar otra cosa. Lo que necesitas o quieres de un trabajo puede cambiar y tus oportunidades también. El despectivo término "job hopper" ignora el hecho de que, según algunos expertos, muchos empresarios no invierten en formar a sus empleados ni en darles oportunidades a largo plazo, y ser leal puede ser una decisión profesional perjudicial.

Más bien, Egbo sugiere asumir riesgos en esta primera etapa. "Es el momento de explorar, de probar cosas nuevas, de participar en nuevos proyectos", afirma. No se trata de ser imprudente, señala, sino de estar abierto, porque salir de nuestra zona de confort suele ser cuando más aprendemos.

Siéntete orgulloso de ti mismo, y también de tu comunidad

Puede parecer obvio, pero la vida tras la graduación puede resultar aislante y, a veces, francamente solitaria. Puede ser fácil interiorizar una búsqueda de empleo difícil como un fracaso personal, como si no tuvieras una dirección ahora, nunca la tendrás.

Crear una red de apoyo es importante, dice Egbo, y esta puede incluir amigos, colegas pasados y presentes, familia o relaciones más centradas en el trabajo, como las personas que conociste durante unas prácticas, como voluntario o en la escuela. Esa red te da la oportunidad de encontrar mentores que te apoyen y te arropen. "Las personas marginadas, como las personas de color, los indígenas, las mujeres negras y las personas con discapacidades visibles y no visibles, experimentan el mercado laboral de forma diferente debido a las barreras estructurales y sistémicas que limitan su acceso a las oportunidades laborales y a una promoción profesional equitativa", afirma Egbo, subrayando la necesidad de apoyo comunitario.

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Sugiere ponerse en contacto con asociaciones profesionales, organizaciones que apoyen a los jóvenes profesionales o grupos de afinidad (que Egbo describe como un grupo de personas que se reúnen por antecedentes, identidades o intereses similares, a veces llamados Grupos de Recursos para Empleados en el lugar de trabajo) en su campo.

"Siéntete orgullosa de ti misma, porque tienes toda una vida para trabajar", añade Egbo. Hace poco se recuperó del agotamiento, tras dejar un puesto de directora. "El trabajo no es tu única identidad", añade, y explica que vivimos en un mundo en el que la primera pregunta que nos hacen a menudo es: "¿A qué te dedicas?".

"Tener una identidad fuera de tu carrera es especialmente importante durante esos inevitables momentos en los que el trabajo no te sienta tan bien", continúa. "Tienes que cuidar e invertir en otros aspectos de tu vida para ser feliz.

Saber que no estás solo también puede ayudar. Cuando hablamos abiertamente de nuestras búsquedas y luchas y conseguimos el apoyo de la comunidad, "es cuando todos podemos ganar", afirma.

"No te precipites a estudiar un posgrado o a buscar trabajo sólo porque te digan que es una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar, sobre todo si te va a suponer una carga económica o te va a endeudar. Un año después de acabar la carrera, estoy muy agradecida por no haberme precipitado en los programas de posgrado o en los trabajos que me dijeron que necesitaría para lanzarme profesionalmente, porque resulta que pude hacerlo en mis propios términos y en mi propio calendario". -Serena, 22 años, sector no lucrativo

"Pide entrevistas informativas a personas cuyas carreras admiras. Esto me resultó muy útil cuando me gradué en 2020 e incluso conseguí unas prácticas cuando solo buscaba consejo profesional." -Sara, 25 años, diseñadora, medios de comunicación

"Las carreras profesionales son largas y a menudo tortuosas. Los giros o el inicio de nuevos caminos pueden parecer 'quedarse atrás' o haber 'perdido el tiempo', pero en el gran esquema de las cosas, hacer grandes cambios puede merecer tanto la pena. Y tienes historias más chulas". -Anson, 25 años, promoción política

"Mi consejo para los recién licenciados que no tienen ni idea de lo que quieren hacer es que soliciten prácticas, contratación por proyectos o cualquier otro trabajo temporal, para que puedan probar un determinado campo sabiendo que hay una fecha de finalización en caso de que no quieran seguir adelante." - Lily, 22 años, estrategia de personal, tecnología/servicios financieros