CAA y Disney cuestionan la afirmación de Julia Ormond de que facilitaron a Harvey Weinstein una supuesta agresión

CAA y Disney se defienden de la denuncia de Julia Ormond de que actuaron como facilitadores de Harvey Weinstein y no la protegieron de ser agredida sexualmente.

Ormond saltó a la fama a mediados de los 90, apareciendo en "Leyendas del otoño" y "Sabrina". Ha denunciado que Weinstein la atrajo a una reunión de negocios en diciembre de 1995 y luego la agredió sexualmente en su apartamento de Nueva York.

Presentó la demanda en octubre, acusando a Disney, que entonces era propietaria de la empresa de Weinstein, y a CAA, su agencia en aquel momento, de no advertirla del historial de agresiones sexuales de Weinstein porque era "demasiado importante, demasiado poderoso y les hacía ganar demasiado dinero."

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Las empresas presentaron mociones para desestimar la demanda de Ormond el martes, argumentando que no sabían de la mala conducta sexual de Weinstein antes de la reunión.

"Por lo tanto, CAA no tenía motivos para creer que había algún riesgo para la demandante al organizar una cena de negocios con Weinstein", argumentó la empresa. "Al demandar a CAA, la demandante culpa al demandado equivocado".

La demanda de Ormond alega que el patrón de mala conducta de Weinstein ya era conocido en la industria, específicamente en CAA, en el momento de su reunión. La demanda hace referencia a un artículo de 2017 del New York Times, "La máquina de complicidad de Weinstein", que informaba de que la actriz Mia Kirshner rechazó un adelanto de Weinstein en una habitación de hotel en 1994 y se lo contó a sus agentes de CAA.

Pero en su petición de desestimación, CAA argumenta que la experiencia de Kirshner no era análoga a la denuncia de agresión sexual de Ormond.

"Ni en la demanda ni en el artículo de prensa subyacente se afirma que Weinstein tuviera otra conducta que la de hacer proposiciones verbales a Kirshner, y ninguna de las fuentes alega que la interacción de Kirshner con Weinstein implicara contacto físico alguno, y mucho menos agresión sexual", argumentaron los abogados de CAA.

La agencia también argumenta que no hay pruebas de que los agentes de Kirshner informaran a los agentes de Ormond, o a cualquier otra persona de CAA, sobre el incidente de 1994.

Disney compró la empresa de Weinstein, Miramax, en 1993. Ormond también alega que el hermano de Weinstein y otros empleados de Miramax conocían la mala conducta de Weinstein desde el principio.

En respuesta, Disney argumenta que Miramax seguía siendo una entidad corporativa independiente y que Disney no tenía la responsabilidad de supervisar el comportamiento de Weinstein fuera del horario laboral.

"Si los tribunales impusieran a los empresarios una nueva obligación de supervisar todo lo que hacen los empleados en su vida privada que tenga alguna relación con sus carreras, no podría haber límites a la responsabilidad de los empresarios ni fin a la vigilancia de los empleados", argumentaron los abogados de Disney.

Ormond también ha alegado que informó a sus agentes, Bryan Lourd y Kevin Huvane, de la agresión unas semanas después de que ocurriera. Alega que la disuadieron de denunciar la agresión, advirtiéndola de que podría perjudicar su carrera. También alega que la agencia perdió rápidamente el interés en ella y que sus oportunidades de trabajo se agotaron en los años siguientes.

En una nota al pie de su moción, CAA negó esas acusaciones, diciendo que la agencia sirvió como un "defensor incansable" de Ormond hasta que se fue a firmar con la compañía de gestión de Michael Ovitz.

"La demandante nunca informó a Bryan Lourd, Kevin Huvane o CAA sobre la agresión hasta que se dirigió a la agencia con una carta de demanda de sus abogados a principios de este año", argumentaron los abogados de la compañía.

Weinstein, de 71 años, que cumple condenas consecutivas de 23 y 16 años por violar a otras mujeres, ha negado las acusaciones de Ormond.