¿Cómo podemos llevarnos bien?

¿Cómo podemos llevarnos bien?

Oímos los términos diversidad e inclusión todo el tiempo, pero hablemos de lo que realmente significan esas palabras. Según el diccionario Websters, diversidad significa "la condición de tener o estar compuesto de elementos diferentes"-diferente, e inclusión se define como "el acto de incluir" A menudo, pensamos que estas diferencias significan el color de nuestra piel, nuestro género - características físicas. Sin embargo, la diversidad es mucho más. Abarca nuestras experiencias, nuestros orígenes, nuestra cultura, nuestras religiones, nuestras habilidades, nuestra educación, nuestras opiniones y mucho más. Todas nuestras características nos hacen ser quienes somos. Todos somos únicos y diferentes, con distintos puntos de vista, ideas, valores y pensamientos.

Únicos y mejores juntos

Aportar nuestros distintos conocimientos, perspectivas y puntos de vista hace que cada uno de nosotros y todo lo que hacemos sea mejor. Juntos somos más inteligentes, creativos e innovadores porque aunamos todas nuestras fuerzas. Aprendemos unos de otros y compartimos nuestras experiencias. Si todos fuéramos exactamente iguales y tuviéramos las mismas experiencias, nunca aprenderíamos nada. Todos sólo sabríamos un número finito de cosas limitadas a lo que ya sabemos. Por suerte, no hay dos personas iguales y podemos aprender mucho unos de otros si estamos abiertos a ello.

Un ejemplo en el que esto es tan importante son los equipos deportivos. Cada uno aporta habilidades diferentes al equipo. Piensa en el lacrosse. Si todo el mundo fuera un jugador ofensivo, la puntuación sería altísima y los jugadores se limitarían a correr arriba y abajo por el campo. Si todos jugaran a la defensiva, nadie marcaría nunca y sería imposible determinar un ganador. Un equipo que fomenta un grupo acogedor y diverso con el objetivo común de trabajar juntos para ganar es el que tiene más éxito.

¿Por dónde empezamos?

- Hacer preguntas y escuchar.

- Estar abierto a aprender de los demás.

- Combatir los estereotipos.

- Evitar las suposiciones.

- Ser consciente.

- Estar abierto a cambiar de perspectiva.

- Compartir experiencias.

- Poner en común nuestras habilidades y talentos.

¿Y ahora qué?

Aquí es donde entra en juego la inclusión. Debemos incluir activamente a los demás. Debemos tratar de comprender y respetar a los que son diferentes de nosotros. Celebrar nuestras diferencias e incluir a otros en nuestras vidas para construir un mundo mejor y más inclusivo.

En los adolescentes, y especialmente en las generaciones más jóvenes, esto es increíblemente importante. Crear una comunidad inclusiva y diversa, independientemente de su tamaño, significa respetar todos los puntos de vista, valorar la opinión de todos, cuestionar nuestras propias ideas y proporcionar un entorno en el que se valore y escuche la perspectiva de todos. En todos los aspectos de la vida se necesita un lugar donde todos puedan prosperar y donde todos puedan compartir sus opiniones y ser respetados por los demás. Sólo entonces será posible el éxito.

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