¿Cómo puede la técnica Pomodoro cambiar sus hábitos de estudio para siempre?

¿Cómo puede la técnica Pomodoro cambiar sus hábitos de estudio para siempre?

La verdad es que cuando planificamos nuestra agenda para un día o nuestras sesiones de estudio antes de los exámenes, la mayoría de nosotros solemos ser víctimas de la falacia de la planificación. A veces la procrastinación se apodera de nosotros o cuando finalmente nos decidimos a estudiar, Netflix decide lanzar nuevos programas de televisión dignos de un atracón. La buena noticia es que podemos tener una solución para ti: la Técnica Pomodoro.

En mi último año de instituto, cuando estudiaba para los exámenes finales, me encontré con el término Pomodoro. Como soy una criatura curiosa, investigué un poco y decidí probarlo yo mismo.

¿Qué es la técnica Pomodoro?

La Técnica Pomodoro, también conocida como el temporizador del tomate, fue desarrollada a finales de la década de 1980 por un estudiante universitario, Francesco Cirillo, que luchaba por concentrarse en sus estudios y completar sus tareas.

La técnica del tomate es un popular truco de gestión del tiempo que divide el tiempo de trabajo en trozos de 25 minutos para conseguir la máxima productividad y concentración, permitiendo descansos de 5 minutos entre sesiones. Esta técnica es eficaz para quien trabaja continuamente entre ocho y diez horas al día, se distrae con facilidad, es un procrastinador o cuando estudia para un examen, lo cual es conveniente para un estudiante de secundaria o de universidad.

¿Cómo funciona el Pomodoro?

Paso 1: Poner un temporizador para 25 minutos.

Esto se puede hacer utilizando la aplicación del reloj en su teléfono, sin embargo, recomiendo el uso de la página web Pomodoro Tracker o la aplicación PomoDone. La App PomoDone te permite registrarte con una dirección de correo electrónico y al final del día, te da un informe diario detallado, para revisar todo lo que has logrado.

Paso 2: Elige una tarea en la que quieras trabajar.

Paso 3: 25 minutos después, cuando suene el cronómetro, haz una pausa de 5 minutos.

Paso 4: Poner en marcha el temporizador de nuevo y repetir.

Paso 5: Después de 4 Pomodoros, tome un descanso de 10-15 minutos.

Paso 6: Repite la operación hasta completar la tarea.

¿Por qué deberías probar la técnica Pomodoro?

Porque el secreto de la gestión eficaz del tiempo reside en pensar en tomates. Aunque parezca una tontería, aquí tienes 3 razones por las que este método parece ser práctico y cambiar las reglas del juego:

1. Combatir las distracciones

"Si no prestas la debida atención a lo que tiene tu atención, se llevará más de tu atención de lo que merece" ~ David Allen

Hacer las cosas es difícil desde que nuestra vida gira en torno a la tecnología. Siempre hay un mensaje urgente que hay que responder de inmediato o la necesidad de revisar Instagram rápidamente. A veces estas pequeñas acciones se acumulan y te hacen perder el interés por tu trabajo, lo que te lleva a procrastinar.

Sin embargo, puedes entrenar a tu cerebro para que minimice estas distracciones. La Técnica Pomodoro ayuda a tu mente a resistir esas interrupciones, ya que una vez que el temporizador se pone en marcha, anhelas completar la tarea designada durante la sesión. Además, eliminar las distracciones cuando estás trabajando, te permite estar más atento. Además, se ha demostrado científicamente que 25 minutos es el lapso de tiempo perfecto para ayudarte a evitar la procrastinación, ser productivo y mantenerte concentrado en cualquier tarea que estés abordando.

2. Controla cómo empleas tu tiempo

Es crucial entender cuánto tiempo se necesita para completar una tarea. La técnica Pomodoro le ayudará a responsabilizarse del trabajo que tiene que hacer, así como a saber en qué emplea su tiempo. Al final de cada sesión, tienes una medida clara de tu tiempo, lo que te permite reflexionar y planificar el futuro de forma más eficiente y precisa. Por lo tanto, la gestión del tiempo resulta más fácil.

También puedes tomarte un minuto de tu descanso y anotar todo lo que has terminado en un diario de productividad.

3. Aumenta la productividad y reduce la fatiga mental

Es innegable que, a lo largo de un día, la probabilidad de fatiga mental es mayor. La proximidad de los plazos de los exámenes o de las tareas puede disparar nuestro nivel de estrés; sobre todo cuando aún no hemos completado todo lo que tenemos en nuestra lista de tareas. Aunque no se pueden eludir todas las situaciones estresantes, el Pomodoro puede ayudar a disminuir nuestro nivel de estrés. Además, esta técnica de 25 minutos es un gran ejemplo de "conseguir más haciendo menos". Durante la sesión de estudio de 25 minutos, te concentrarás profundamente en una sola tarea, lo que significa que con cada sesión puedes lograr mucho más sin sentirte agotado. Después de que suene el temporizador para el descanso, puedes hacer algunos estiramientos e hidratarte. Adoptar la técnica Pomodoro acaba por ayudarte a estudiar con eficacia y a aumentar la productividad.

Recuerda que cada Pomodoro está dedicado a una tarea y que cada pausa es una oportunidad para restablecer y volver a centrar tu atención en lo que deberías estar trabajando. Esto ayuda a mantener la atención en esa tarea que hay que hacer.

"Las personas más productivas del mundo hacen una cosa a la vez".

¿Por qué es imprescindible tomarse un descanso después de cada sesión?

¿Te has preguntado alguna vez por qué las personas con más éxito no se quejan del agotamiento? Pues bien, el elixir secreto es tomarse un descanso.

Es poco probable alcanzar la máxima productividad trabajando continuamente durante muchas horas. Por lo tanto, hacer pequeños descansos entre sesiones puede ayudarte a refrescarte y a cargarte de energía, lo que permitirá a tu cerebro concentrarse mejor para la siguiente sesión Pomodoro.

Durante el descanso, se sugiere hacer cualquier cosa que no sea trabajar y evitar el tiempo de pantalla, de lo contrario, estás derrotando el propósito de la técnica.

Mi experiencia

No voy a mentir, la Técnica Pomodoro ha elevado mis hábitos de estudio. Antes de usar Pomodoro, de hecho, solía planificar listas de tareas poco realistas y el hecho de no cumplir con todas las tareas me hacía sentir improductivo y me hacía pensar que no estaba estudiando lo suficiente. Sin embargo, desde que empecé a utilizar Pomodoro, me siento mucho más constante con mis estudios y revisiones. Las primeras sesiones fueron un poco difíciles de seguir, pero con unas cuantas sesiones más, las cosas empezaron a encajar y pude cumplir con los 5 minutos de descanso. Lo que realmente me animó fue el sonido del reloj y la idea de que me "recompensaría" durante el tiempo de descanso.

Además, podía planificar mejor mi horario ya que tenía una mejor noción de cuánto tiempo se necesita para realizar una tarea concreta. Por ejemplo, cuando trabajaba en un trabajo de práctica de matemáticas, interpretaba el tiempo necesario como 3-4 Pomodoros (1 Pomodoro = 25 minutos). En definitiva, esta técnica del tomate ha mejorado mi capacidad de gestión del tiempo y ha aumentado mi productividad. Además, por fin he podido conseguir un horario estable.

Categorías:

Noticias relacionadas