Conectar en la vida real

Conectar en la vida real

Hoy en día, la razón número uno por la que terminan las relaciones, tanto platónicas como románticas, es la falta de comunicación. A través de la comunicación, la confianza, el apoyo y la escucha activa, las relaciones pueden crecer y prosperar. Las relaciones sanas pueden tener un impacto positivo en las personas, en lugar de crear muros y malos hábitos.

La comunicación es la clave; un dicho que se repite a menudo, pero que nadie parece aplicar a sus relaciones. Sin comunicación, surgen malentendidos, se hacen suposiciones y se levantan barreras emocionales. Si la gente aplicara este dicho a su vida cotidiana, se evitarían muchos problemas, tanto personales como superficiales. Si la gente se parara a hablar, se entendería y el mundo sería más feliz. La comunicación no sólo se aplica a los problemas, sino a cualquier situación. Al comunicar lo que hace alguien o hacerle saber que no se siente cómodo en una determinada situación, se está practicando la comunicación. Así, cuando surge un problema mayor, los hábitos saludables ya están ahí y la conversación fluye mejor y ambas personas se sienten cómodas compartiendo lo que tienen en mente.

La confianza es un factor clave tanto en las relaciones románticas como en las platónicas. La comunicación es una piedra angular de las relaciones sanas y prósperas, y desempeña un papel crucial en el fomento de la confianza entre dos personas. Para acercarse más el uno al otro, las personas deben ser abiertas y no juzgarse mutuamente. A menudo la gente miente para proteger a la otra persona o para evitar un problema mayor. En realidad, mentir nunca es la solución. Mentir en cualquier relación pone a prueba la relación y causa problemas mayores en el futuro. Según Golden Steps ABA, las personas mienten una o dos veces al día. Esto demuestra que la gente se siente cómoda mintiéndose. La razón principal por la que mentir se ha convertido en una norma es la tecnología. Es mucho más fácil mentir a alguien a través de un mensaje de texto porque no es cara a cara. Cuando alguien miente en la vida real, puedes ver que su cara se pone roja, empieza a sudar y se pone visiblemente nervioso. A través de un mensaje de texto, esto no se ve, por lo que la gente no se siente tan culpable como si mintiera a alguien a la cara. Esto hace que la gente ponga barreras a sus relaciones y evite hablar abiertamente con los demás. Sin confianza, las relaciones no crecen y la gente sale herida. Al comunicarse en los momentos difíciles, la gente se acerca y confía más en los demás.

Además, es igual de importante apoyarse mutuamente y hablar con franqueza. Sin apoyo y empatía en una relación, las personas se vuelven más reservadas y reacias a contarse cosas. Para tener una relación sana, hay que mostrar apoyo, por grande que sea el logro, para demostrar a la otra persona que están ahí para ella y que la apoyan en todo. Expresando su orgullo por los logros de la otra persona y demostrándole su apoyo consolándola en los momentos difíciles, las dos personas pueden acercarse más.

Para tener una comunicación de calidad, la escucha activa es crucial. Al prestar toda su atención al interlocutor, la gente le demuestra que le está escuchando y que nada más le distrae de la conversación. Al establecer un contacto visual excepcional con el interlocutor, éste se siente visto y comprendido. Hoy en día, la tecnología desempeña un papel enorme en nuestras vidas. La gente se sienta detrás de pantallas para comunicarse en lugar de hacerlo cara a cara. Se pierden las interacciones en persona que hacen que la gente mantenga el contacto visual y adopte una postura que garantiza al interlocutor que está escuchando. Al estar pendientes de la tecnología tan a menudo y durante periodos tan largos, cuando llega el momento de escuchar, la gente es incapaz de hacerlo y el interlocutor se siente desoído y descartado. La sociedad se ha dado cuenta de ello y, aunque algunos han decidido hacer algo al respecto, no todos participan. En las escuelas, los profesores imponen el contacto visual y la comunicación exigiendo a los niños que hablen entre ellos durante toda la clase. De este modo, aprenden a mostrar al interlocutor que están escuchando y que les interesa lo que tiene que decir, mostrando una buena postura. Sin embargo, sin estos periodos de clase o profesores que eduquen a sus alumnos, la gente nunca aprende estas habilidades. Esto hace que las personas se sientan incómodas a la hora de mantener conversaciones difíciles o cotidianas en sus relaciones. Sin poder mantener conversaciones cara a cara, surgen toda una serie de nuevos problemas. La gente empieza a interpretar el tono porque los mensajes de texto pueden tomarse de distintas maneras. Como los mensajes de texto pueden ser vagos y áridos, la gente puede interpretarlos de forma equivocada y causar problemas en la relación.

En conclusión, las relaciones dependen de la comunicación, la confianza, el apoyo y la escucha activa. La combinación de todos estos elementos prepara el terreno para una relación sana y fructífera. Al colgar el teléfono, las personas pueden conectar a nuevos niveles y acercarse más.

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