Coraline: La película que cambió mi forma de ver el cine

Coraline: La película que cambió mi forma de ver el cine

La primera vez que vi Coraline, dirigida por Henry Selick, fue cuando era un niño. Me aterrorizó, pero incluso entonces me dejó una impresión duradera que muy pocas películas han conseguido. Al volver a verla, mi opinión sobre la película ha cambiado mucho. Ya no me asusta, por así decirlo, pero sigue manteniéndome al borde de mi asiento.

La película comienza con una curiosa canción que atrae al espectador de inmediato. Observas cómo un par de manos metálicas cosen amorosamente una muñeca, y más o menos cuando empiezas a preguntarte para quién es la muñeca, te presentan a Coraline, una joven con un sentido de la aventura que sólo tiene un niño, que acaba de mudarse a los apartamentos Pink Palace, una gran casa rosa con vecinos excéntricos.

Rápidamente te das cuenta de que Coraline no está del todo satisfecha con su vida, especialmente después de alejarse de sus amigos. Sus padres están demasiado ocupados para prestarle mucha atención, preocupados por sus trabajos. Le dicen que explore la casa con la muñeca, que su madre encontró en el porche, para mantenerla ocupada y que sus padres puedan trabajar en paz. Mientras explora, descubre que la casa es bastante aburrida, hasta que descubre una puerta sellada.

Es la primera cosa que realmente capta su interés, y molesta a su madre hasta que intenta abrirla, lo que hace con una llave de botón. La puerta no parece ser gran cosa al principio, pero por la noche se convierte en un portal a un mundo nuevo y aparentemente mejor. Uno en el que todos sus problemas están resueltos, completamente dirigido por su otra madre. Pero... ¿es el otro mundo lo que parece ser? Eso es lo que tiene que averiguar Coraline.

La película ha cambiado mi perspectiva del cine. Me ha hecho mirar las películas un poco más de cerca, tratar de averiguar lo que está pasando detrás de las escenas. Me ha hecho apreciar los temas más oscuros de las películas. A teorizar sobre las películas por diversión. A disfrutar de una manera que no sea simplemente verlas de forma pasiva. No es, ni mucho menos, una película perfecta, pero es una de mis favoritas, y es de visionado obligado para todo el mundo.

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