El camarada North West es del equipo Cómete a los ricos
A estas alturas, todos deberíamos saber que a North West (también conocida como la hija mayor de Kim Kardashian y Kanye West) no le gusta seguir las reglas y siempre encuentra la manera de nadar contra corriente. En el pasado, la niña de 10 años ha sido noticia por criticar la decoración de la casa de su familia, ser una crítica despiadada de la moda y denunciar falsas sutilezas en las redes sociales. Ahora muestra su lado más Robin Hood, con un poco de ayuda de su madre.
En una nueva entrevista para su portada de GQ Hombre del Año 2023, Kim Kardashian reveló que North West "estafa" a los amigos de su madre en Calabasas con su propio puesto de limonada.
"Coge una jarra enorme y la llena, la mete en su carro y se va a la esquina. Tiene una mesa, sillas y ventiladores para mantenerse fresca. Hace carteles. Se queda allí horas y horas", contó Kim a la revista sobre el puesto casero antes de soltar la gran revelación. "Si una persona cualquiera se para, ella le cobra sólo 2 dólares. Si te conoce, te estafa totalmente. Recibiré llamadas de mis amigos diciendo que les cobró 20 dólares por una limonada". (Oye, a nosotros nos suena bastante bien).
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Pero, ¿cómo consigue exactamente North West vender limonada de 20 dólares a miembros de la élite de Hollywood? "Les coge los 20 dólares y les dice: 'No tengo cambio'", explica Kim. Un plan de negocio inteligente, si me permiten decirlo, y qué son 20 dólares para un residente de Calabasas, ¿verdad? Tal y como está la inflación, 20 dólares por un vaso de limonada casera, y supongo que orgánica, parece un precio típico en cualquier gran ciudad. Seamos realistas.
Pero volvamos a North West, porque su vena de Robin Hood no se detiene en el sobreprecio discreto. Además de robar esencialmente a los ricos, también redistribuye la riqueza entre sus compañeros. "Sus amigos le ayudan, así que reparte el dinero con ellos", reveló Kim en la entrevista. (Aunque, si esos amigos también viven en el barrio, es muy probable que también sean ricos).
Bromas aparte, la anécdota de la limonada de Kim Kardashian era una forma de ilustrar la "ética del trabajo y el sentido de los negocios" que su padre, Robert Kardashian, les inculcó a ella y a sus hermanas cuando eran pequeñas. "Mi padre me hacía firmar un contrato para todo", contó Kim a GQ. "Cuando me compré un coche, tenía que lavarlo una vez a la semana, asegurarme de que tenía suficiente gasolina y de que no lo estropeaba. Fue un regalo que me hizo a los 16, pero tenía responsabilidades". Con los últimos movimientos empresariales de North y sus futuras esperanzas de ser propietaria de Yeezy y SKIMS, parece que ese sentido de los negocios lo lleva en la sangre.
