La división política frente al voto

La división política frente al voto

"¿Es usted demócrata o republicano?" es una pregunta que seguramente le habrán hecho muchas veces. En la sociedad estadounidense está muy arraigada la presión de adscribirse a un partido político, ya que el sistema bipartidista es una característica definitoria de la política estadounidense. Aunque existen y funcionan otros partidos, como el Libertario y el Verde, su apoyo es apenas una fracción de la popularidad de los partidos mayoritarios, como el Republicano y el Demócrata. El control casi monopolístico que estos dos partidos ejercen sobre las elecciones estadounidenses ha creado un entorno cada vez más polarizado que disuade a los nuevos votantes de participar. En las elecciones presidenciales de 2020, solo votó el 48% de las personas con derecho a voto de entre 18 y 25 años, casi un 6% por debajo del siguiente grupo de edad más bajo (census.gov), pero no es la pereza o el descuido lo que está causando este descenso en la participación electoral. Las causas de esta falta de participación se deben más bien al desalentador entorno político que ha creado la sociedad. La limitada oferta de los principales partidos políticos es un potente factor disuasorio para los jóvenes adultos que desean votar.

Una de las razones que disuaden a los jóvenes de votar es la falta de opciones que se les presentan. El sistema bipartidista limita el abanico de opiniones políticas que pueden representarse, y los jóvenes pueden sentir que ninguno de los dos partidos representa realmente sus puntos de vista. Como afirmó el periodista Christopher Ingraham, "el 62% de los estadounidenses [opinan] que los demócratas y los republicanos están haciendo un trabajo tan deficiente a la hora de representar a sus electores que se necesita un tercer partido" (The Washington Post). Pero, como estos terceros partidos tienen un apoyo tan mínimo, "muchos se sienten desvinculados y desinflados, y sólo el 32% dice estar "casi seguro" de votar en noviembre, según la encuesta. Casi la mitad dijo que no creía que su voto marcara la diferencia" (New York Times). Como adolescente a la que sólo le falta un año para poder votar, entiendo perfectamente esta perspectiva. Aunque cada voto importa, es difícil verlo cuando parece que siempre van a ganar los mismos dos partidos. Pero, como nuevos votantes de hoy, debemos tomar esto como motivación: si cada uno de nosotros empieza a registrarse y a votar, estos partidos más pequeños pueden crecer lentamente y tener una oportunidad frente a estos gigantes políticos.

El sistema bipartidista dividido disuade a los jóvenes adultos de votar al limitar sus opciones. Como sociedad, debemos trabajar para crear un entorno político más inclusivo y atractivo que anime a los jóvenes adultos a participar en el proceso democrático. El sistema intimidatorio que tenemos ahora no es sostenible para unos futuros Estados Unidos que tengan en cuenta las necesidades de la gente. Ha llegado el momento de actuar y votar.

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