Los adultos son al juego lo que los niños al teléfono

Los adultos son al juego lo que los niños al teléfono

Según una nueva investigación, la dependencia de un teléfono inteligente puede producir algunas de las mismas respuestas cerebrales adictivas similares a las adicciones al alcohol, las drogas y el juego. Si los niños crecen cada vez más apegados a sus teléfonos, no tendrán las habilidades adecuadas que necesitarán utilizar más adelante en sus vidas. En su lugar, se quedarán dentro de casa, sentados en el sofá, sustituyendo la energía por pereza. Prohibir los teléfonos a los niños menores de 12 años, o al menos limitar el tiempo que pasan frente a la pantalla, sería la mejor solución. Este ensayo explicará por qué los teléfonos deberían estar prohibidos para los niños más pequeños debido a lo siguiente: son malos para la salud física y mental, las habilidades sociales disminuyen y ven contenidos nocivos. Entraremos de lleno en el primer tema, la salud física y mental.

Cuando alguien está con el móvil, todas las partes del cuerpo suelen estar quietas y apenas se mueven. No hay motivación para hacer nada, salvo desplazarse sin parar. Esto es malo para la salud, sobre todo para los niños menores de 12 años. Según la Dra. Gaya Dowling, los niños que pasan demasiado tiempo con el móvil sufren un adelgazamiento del córtex. El adelgazamiento del córtex es un proceso de maduración que ocurre en las regiones sensoriales primarias, según un artículo del 1 de julio de 2004, de David H. Salat, Oxford Academic. Esto va a presentar una serie de afecciones neurológicas y psiquiátricas como: esquizofrenia, depresión, demencia, trastornos neurodegenerativos, esclerosis múltiple, epilepsia y más. Los niños empiezan a estar deprimidos y ansiosos debido a todo este uso del teléfono. El uso de toda esta tecnología puede tener graves consecuencias. No dormir lo suficiente, problemas de comportamiento, mayor probabilidad de sobrepeso y menos tiempo para el juego activo y creativo; además, sus habilidades sociales e interactivas empiezan a ir cuesta abajo a partir de aquí.

Ser capaz de hablar con otra persona puede ayudar en muchas cosas. Desde pedir comida al camarero hasta mantener una conversación con un amigo, tener habilidades sociales útiles ayudará a la gente a largo plazo. Muchos niños sólo quieren jugar o hablar con gente en Internet, y hacer amigos cara a cara empieza a disminuir. Ahora ponen toda su energía en mantener sus "amistades" online con niños o adultos que ni siquiera conocen. Las conexiones sociales son importantes, mantienen a la gente en línea sobre cómo actuar correctamente en público. Es muy peligroso tener estos "amigos" en línea, porque algunos de ellos podrían ser hackers o pedófilos que buscan información sobre el niño. Un artículo del 12 de octubre de 2016, de Beata Mostafavi, de Michigan Medicine, Universidad de Michigan, explica cómo es la relación entre padres e hijos. "Los padres se sienten constantemente como si estuvieran en más de un lugar a la vez mientras son padres. Siguen 'en el trabajo'. Están al día socialmente. Todo ello mientras intentan preparar la cena y atender a sus hijos", dice la autora principal, la doctora Jenny Radesky. La tecnología hace que tanto el padre como el hijo se comuniquen menos verbalmente. Empiezan a perder momentos que podrían haber sido súper memorables para el futuro. Los niños empiezan a concentrarse más en el teléfono y, sin duda, es posible que empiecen a ver contenidos inapropiados.

Es sólo cuestión de tiempo que cualquier niño tropiece con contenidos inapropiados para su edad. Según un artículo del 1 de febrero de 2007, Janis Wolak, JD, de Unwanted and Wanted Exposure to Online Pornography in a National Sample of Youth Internet Users, el 42% de los jóvenes usuarios de Internet habían estado expuestos a pornografía en línea en ese último año. De ese 42%, el 66% sólo informó de una exposición no deseada. Demasiados de estos chicos están expuestos a este tipo de cosas y, o bien intentan parar y contárselo a un adulto de confianza, o bien pueden querer más. Ver imágenes o palabras inapropiadas afecta a un niño, esto empieza a causar cambios de comportamiento en la mente. Los niños empiezan a decir palabrotas a edades mucho más tempranas y sin necesidad. A algunos les gusta tanto el contenido que empiezan a pedir más a Internet y a sus amigos online. La mente de un niño absorbe todo lo que se le muestra. Los contenidos inapropiados les hacen cada vez menos felices.

Estas son solo algunas de las razones por las que los teléfonos deberían estar prohibidos para los niños menores de 12 años. Su salud física y mental se deteriora, empiezan a perder habilidades para relacionarse socialmente y, con el tiempo, los contenidos inapropiados empiezan a cambiar sus vidas. Hay que prohibirles los teléfonos y, si no se puede, gestionar su tiempo frente a la pantalla para que no se depriman y entristezcan. Jugar o ver vídeos durante media hora o una hora puede estar bien, pero 5 o 6 horas seguidas es demasiado. Queremos que la próxima generación de niños tenga ideas brillantes y creativas, no cosas inapropiadas que no hacen feliz a nadie.

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