M. Night Shyamalan juega a "¿Preferirías?" y habla de fe y familia en "Llaman a la puerta".



	
		M. Night Shyamalan juega a

¿Querría M. Night Shyamalan ver muertos o preferiría ser irrompible? ¿Hay alguna posibilidad de que se subiera a un ring de lucha libre con Dave Bautista? ¿O cantar con Jonathan Groff? Como su nueva película "Golpe en la cabaña" plantea un dilema imposible, le pedimos al cineasta que jugara una ronda rápida de "¿Preferirías?" con preguntas ambientadas en el universo de sus películas anteriores.

En cuanto a si Shyamalan prefiere que una película suya recaude 500 millones de dólares o gane 12 premios de la Academia, el cineasta no lo duda.

"¡Los 500 millones de dólares! Para mí siempre es la relación con el público. Es lo único que me importa: somos ellos y yo manteniendo una conversación".

"Golpe en la cabaña", basada en la novela de 2018 "La cabaña del fin del mundo", de Paul G. Tremblay, seguro que dará que hablar cuando se estrene en los cines el viernes. En ella, a los personajes se les plantea una elección imposible: sacrificar a uno de los miembros de su familia... o permitir que el mundo se acabe. El trato forma parte de una profecía prevista por cuatro desconocidos: Leonard (Dave Bautista), Redmond (Rupert Grint), Adriane (Abby Quinn) y Sabrina (Nikki Amuka-Bird). El cuarteto aparece en la cabaña de vacaciones de una familia encantadora: Eric (Jonathan Groff), Andrew (Ben Aldridge) y su hija de ocho años, Wen (Kristen Cui). A lo largo de la película se desvela si la profecía es real o no, y qué decisión tomarán. Pero la intrigante premisa es sólo el punto de partida de una película que funciona a varios niveles, tanto como un drama reflexivo como un tenso thriller de allanamiento de morada.

En un principio, Shyamalan tenía previsto producir el guión de Black List, de Steve Desmond y Michael Sherman, a través de su empresa Blinding Edge. Pero se vio obligado a dirigirlo tras sentirse atraído por muchos de sus temas, como la familia, la fe y el sacrificio. Estos temas han aparecido no sólo en sus obras anteriores, sino también en su actual serie para Apple TV+, "Servant", que ya está en su cuarta y última temporada. Y aunque estas obras pueden tener connotaciones bíblicas, Shyamalan dice que no se considera religioso.

"Es curioso, hace poco me di cuenta de que considero la religión como mitología", señala, "en la forma en que cuento una historia, no estoy haciendo proselitismo en absoluto. Lo trato como mitología, como mitología extraterrestre o mitología de fantasmas, simplemente una mitología interesante en la que la gente quiere creer. Cuento historias que a veces tocan la religión, pero no de la forma que se podría pensar".

Shyamalan optó finalmente por reescribir y dirigir la película. En cuanto al cambio de título, Shyamalan dice que fue una elección deliberada para dejar claro que se trataba de una historia diferente para su nuevo medio: "Lo hice intencionadamente para señalar que no estamos haciendo una adaptación fiel de esta novela. Es material original", dice Shyamalan. "Así que, por favor, no vengáis con esas expectativas".

Para completar el reparto, Shyamalan ha recurrido a algunas caras conocidas con las que ya ha trabajado. Entre ellos, Amuka-Bird, que apareció en su última película, "Old", y Grint, estrella de "Servant", como dos de los intrusos. Más conocido por interpretar a Ron Weasley en las películas de "Harry Potter", Shyamalan eligió a Grint para interpretar al agresivo e impaciente Redmond.

"Rupert se ha reinventado a sí mismo", alaba el director. "Estoy deseando que la gente le vea bajo una nueva luz".

También muestra nuevas dimensiones Bautista, el ex luchador profesional que se ha labrado una carrera como actor con papeles en películas como "Guardianes de la Galaxia" y "Dune", pero el sensible profesor de escuela Leonard es, en palabras del propio Bautista, "la oportunidad de su vida".

Pero la cara más nueva es Cui, que debuta en el largometraje como Wen. Shyamalan ya ha demostrado su habilidad con actores jóvenes, sobre todo dirigiendo a Haley Joel Osment, nominado al Oscar por "El sexto sentido", y eligiendo a Rory Culkin y Abigail Breslin al principio de sus carreras en "Señales". Cuando se trata de trabajar con actores jóvenes, dice que el enfoque varía.

"Abigail tenía cinco años, Kristen ocho y Hayley diez, y son edades muy diferentes", señala, "están a kilómetros de distancia unas de otras en cuanto a su capacidad para interiorizar la dirección de ciertas maneras". Por ejemplo, con Breslin, adoptó un enfoque más suave, describiéndole cada escena y lo que sentía su personaje mientras rodaban.

En el caso de Cui, dice: "Ella ya es tan inteligente que se trataba de que aprendiera a ser delicada y vulnerable y a no dejar que su intelecto la protegiera. Así que se trataba de guardar esa agudeza e ingenio y todas esas armas y volver a Wen. Así que no parábamos de hablar de lo que Wen pensaba, de lo que Wen sentía".

Shyamalan afirma que, a pesar de la tensa situación, su familia en el plató era "muy juguetona" y que, en general, fue una experiencia feliz.

"Aprecio cuando me encuentro con seres humanos que son generosos y equilibrados y dan luz", señala. "Los siete actores de esta película son seres humanos hermosos que dan luz y me ayudan a ser la mejor versión de mí mismo. No me cierro cuando estoy con esos individuos. Me inspiran".

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