Reflejo del Renacimiento de Harlem en la literatura de Hurston

Reflejo del Renacimiento de Harlem en la literatura de Hurston

El Renacimiento de Harlem, que tuvo lugar en las décadas de 1920 y 1930, se considera sin duda uno de los movimientos artísticos y sociales más profundos de la historia de Estados Unidos. Durante este movimiento, los afroamericanos se inspiraron en obras artísticas y literarias para liberarse del control y sentirse orgullosos de su cultura e identidad racial. Aunque infravalorada en vida, Zora Neale Hurston fue considerada una de las escritoras más influyentes del Renacimiento de Harlem. En sus obras literarias "How It Feels Like To Be Colored Me" y "Their Eyes Are Watching God", los personajes principales rompen el control de la dominación o desarrollan el orgullo racial para alcanzar la autoaceptación definitiva. Hurston ilustró las ideas predominantes del Renacimiento de Harlem a través de las historias de vida de ella y de sus protagonistas.

El Renacimiento de Harlem surgió como resultado de la Gran Migración iniciada en la Primera Guerra Mundial, en la que cientos de miles de afroamericanos emigraron del Sur rural a la zona urbana del Norte en busca de prometedoras oportunidades socioeconómicas y de libertad frente a las discriminaciones raciales. Sin embargo, las ciudades del Norte distaban mucho de ser la utopía que muchos afroamericanos soñaban entonces. Debido a los estereotipos racistas y al miedo a que los nuevos emigrantes les quitaran sus puestos de trabajo, muchos estadounidenses blancos actuaron con hostilidad hacia la comunidad afroamericana. No obstante, los afroamericanos se sintieron alentados por las nuevas oportunidades de demostrar su inteligencia y su herencia cultural a través de "una colección de poesía, ficción, artes gráficas y ensayos críticos sobre arte, literatura y música"(Wintz). Además de ser una influyente revolución del arte, la

El Renacimiento de Harlem "también afectó a la política, al desarrollo social y a casi todos los aspectos de la experiencia afroamericana desde mediados de la década de 1920 hasta mediados de la década de 1930"(Wintz) al animar a los afroamericanos a romper con estereotipos raciales arraigados y a desarrollar el orgullo por su identidad racial. Zora Neale Hurston, aunque impopular por su revelación de los problemas sociales de su época, fue reconocida más tarde como figura simbólica del Renacimiento de Harlem por ilustrar brillantemente en sus escritos la filosofía esencial del movimiento.

Zora Neale Hurston fue considerada una de las escritoras más significativas del Renacimiento de Harlem. En su célebre novela Sus ojos miraban a Dios, Hurston reflejó la idea de la búsqueda de la libertad frente al control y la dominación a través del viaje de la protagonista, Janie. En su matrimonio con Jody Stark, Janie se ve obligada a someterse a un marido abusivo y controlador. A Janie no se le permite expresar sus opiniones ni vestirse libremente. Al principio, Janie se defiende, pero pronto descubre que eso sólo consigue que Jody la reprima aún más. Por eso Janie finge ser obediente por fuera y "apretó los dientes y aprendió a callar" (Hurston). Sin embargo, interiormente Janie se niega a ser una marioneta de Jody y se ve a sí misma como igual en lugar de estar sometida a él. Tras la muerte de Jody Stark, Janie "quemó todos los harapos de su cabeza y a la mañana siguiente se paseó por la casa con el pelo recogido en una gruesa trenza que le caía por debajo de la cintura" (Hurston 89). Los harapos de Janie simbolizan la dominación que Jody Stark ejercía sobre ella; al quemarlos, Janie se desprende de la "cadena" que le impide ser libre. Ideas similares se habían puesto de manifiesto en el Renacimiento de Harlem, cuando los afroamericanos intentaron romper con la dominación blanca tanto cultural como socioeconómicamente. Las obras literarias de Hurston no sólo hacían hincapié en liberarse del control, sino que también animaban a los afroamericanos a establecer un orgullo racial y, en última instancia, a llegar a la autoaceptación. En su ensayo "How It

Feels to Be Colored Me", Hurston se describía a sí misma como "la única [afroamericana] de Estados Unidos cuyo abuelo por parte de madre no era un jefe indio"(Hurston, "How"). Hurston instó a los afroamericanos a aceptar y abrazar su identidad racial, en lugar de fingir ser personas de otro origen étnico. Hurston también puso de manifiesto su orgullo racial cuando afirmó que, a pesar de ser físicamente diferente de los americanos blancos, ella "no era trágicamente de color. No [había] una gran pena embalsamada en [su] alma, ni acechando detrás de mis ojos. [No le importaba en absoluto" (Hurston, "Cómo"). Hurston estaba animando a la comunidad afroamericana a no creer en los estereotipos racistas y a percibirse a sí mismos como inferiores a los americanos blancos.

En conclusión, el Renacimiento de Harlem fue uno de los movimientos culturales más trascendentales de la historia de Estados Unidos. Sentó las bases para el posterior movimiento por los derechos civiles en la década de 1960 al elevar a nivel nacional la conciencia de los problemas sociales a los que se enfrentaban los afroamericanos. Zora Neale Hurston, una figura casi icónica de la revolución, desempeñó un papel importante en el fomento de la confianza racial y abogó por que los afroamericanos rompieran con el control. Aunque hoy en día siguen existiendo innumerables injusticias raciales, estas obras maestras de la literatura inspiraron a los afroamericanos una mayor confianza en su cultura y una actitud afirmativa en la lucha contra la discriminación racial.

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