Representación personal: El rodaje de Blade Runner, el montaje final

Representación personal: El rodaje de Blade Runner, el montaje final

Hubo que llegar a numerosos acuerdos, así como muchos fracasos por los que tuvo que pasar un hombre llamado Hampton Fancher para crear Bladerunner. Se compadeció a Fancher y se le dijo que escribiera un guión para ver qué pasaba. Fancher desarrolló un guión y al principio no funcionó.

Entonces conoció a Jim Maxwell

Maxwell le dijo que la ciencia ficción era una buena idea debido a las muchas películas de gran demanda que se estaban produciendo, como Dune. Utilizando el historial de mercado de otras películas y libros, Fancher se inspiró en otras obras, una de ellas especialmente Sueñan los androides con ovejas eléctricas. A continuación, desarrolló un guión de cinco páginas basado en éste y se lo mostró a un hombre llamado Bryant Deely. A diferencia de Fancher, a Deely no le gustó el guión. La idea le pareció aburrida y poco interesante. Tras este fracaso, Fancher siguió insistiendo en hacer un guión. Su nuevo trabajo se basaba en Mechanismo, que era un cómic con aspectos futuristas.

Fancher utilizó este trabajo para desarrollar otro guión, que encantó a Deeley. A la hora de bautizar la película, se barajaron numerosos nombres, pero se decidieron por Bladerunner. A Fancher no le gustaba el nombre, pero siguió el consejo de Deeley. Esto contribuyó al inicio de la franquicia Bladerunner. Una vez organizadas las ideas de Fancher, un director llamado Ridley Scott rechazó la película. Sin embargo, la aprobó por su ambientación urbana y su representación del futuro.

Una vez desarrollado el guión,

Fancher tuvo que encontrar un reparto para interpretar los papeles que imaginaba. Para el personaje principal, Rick Deckard, había numerosas personas que podían interpretarlo. Robert Nitchum fue la primera opción de Fancher. Una cuidadosa selección permitió a Fancher encontrar al hombre adecuado para interpretar a Deckard: Harrison Ford. Era un actor famoso por interpretar a Han Solo en La guerra de las galaxias, y era una buena elección para la película porque no había hecho algo así antes. Además, había sido entrenado por buenos directores. A Ford le gustó la idea de la película, pero pensó que las narraciones de voz podrían mostrarse en lugar de oírse. Quería que Deckard pareciera más un detective que un hombre normal. Bladerunner contaba con un reparto diverso, entre los que destacaba Rutger Hauer.

Cuando se reunió por primera vez con Ridley Scott, llegó con ropa extraña y también se cortó el pelo como él pensaba que le quedaba a su personaje, Roy Batty. Rutger añadió un aspecto importante a la película: los elementos del ser humano. Sugirió que su personaje tenía sentido del niño, alma y sexualidad. Al principio, Ridley dudaba si dejar que un hombre como Rutger participara en la película, pero tras escuchar sus sugerencias, le dio el papel. Los aspectos de Ridley en la industria cinematográfica empezaron a cambiar, ya que contribuyó a romper estereotipos. Se contrató a una joven llamada Sean Young por su juventud y belleza. Sin embargo, su actuación suponía más responsabilidad de la que ella creía poder asumir. No intentó ser alguien que no era, y se permitió adaptarse a estas expectativas, lo que dio lugar a una actuación innovadora en la película.

El plató fue un reto

Debido al limitado presupuesto, el departamento artístico de la película tuvo que crear algo nuevo. Syd Mead fue el primer ilustrador contratado para la película. Sus bocetos futuristas del decorado le valieron el trabajo. Los diseños que Mead tenía en mente eran demasiado reales y caros para el presupuesto de la película. En su lugar, el equipo de construcción del decorado tomó los diseños de Mead y les dio un toque retro. Su cuidadosa planificación con el dinero les permitió conseguir el realismo de los bocetos sin gastar más de la cuenta. Por ejemplo, añadiendo tuberías y conductos en los laterales de los edificios para darles un aspecto urbano. Normalmente, en las películas hay poco tiempo para la preproducción, pero una oportuna huelga de actores hizo que la preproducción de Bladerunner durara unos nueve meses.

Este contratiempo, aunque involuntario, resultó ser buena suerte. El equipo estaba preparado de antemano para terminar el decorado en menos tiempo, ya que alargar la preproducción sería un riesgo de suerte. Sin embargo, después de la prórroga, seguían teniendo problemas de tiempo. De la escenografía, la parte más difícil fue la construcción del coche, ya que tenía numerosas piezas. Otra limitación presupuestaria hizo que la cantidad de coches producidos pasara de 54 a 27. Algunas secciones que se hicieron para crear los coches fueron la fibra de vidrio y el escalado.

En general, la producción de estos coches exigía a los empleados del departamento trabajar unas 18 horas al día. El principal consumidor de tiempo era cuando los distintos departamentos tenían que colaborar entre sí para asegurarse de que todos los productos eran a prueba de fallos y perfectos.

Una producción estricta hace buenas películas

Ridley dirigió la producción de forma muy estricta y organizada. Por ejemplo, ordenó al equipo de construcción que invirtiera las columnas que se habían construido en el plató porque lo habían hecho mal. Este movimiento se produjo el primer día de construcción del plató, por lo que creó un nivel de expectación. Ridley dependía de sí mismo para controlar al equipo de producción, y estaba muy a la defensiva sobre su trabajo. Se implicaba mucho en la película, como que quería un atrezzo perfecto, y no aceptaba las críticas contra él o el equipo de rodaje. Ford estaba descontento porque no recibía suficiente atención como otros miembros del reparto: se sentía desatendido porque llegaba al plató y tenía que esperar un rato para interpretar sus escenas. Como Ford ya era famoso en numerosas películas, esto le parecía una pérdida de tiempo y le hizo pensar "¿qué será lo próximo?".

Tensiones en el plató

Había tensiones, sobre todo con Harrison Ford. No hablaba mucho en el plató ni con Ridley. Sólo venía a hacer su trabajo y se lo tomaba en serio. El descontento de Ford con la película ayudó a transmitir su personaje y su propia desesperación. Ford no fingía ser feliz. Era él mismo y funcionó en la película, dando un gran impulso a su carrera. Un pequeño contratiempo que se produjo durante el rodaje fue cuando Daryl Hannah, el actor que interpretaba a Pris, realizó numerosos movimientos gimnásticos y tuvo un accidente.

Una vez estaba corriendo cuando chocó contra una furgoneta, lo que le hizo atravesar con el brazo una ventana que no era de cristal rompible. Hubo problemas a causa de esta lesión, pero ella lo manejó con profesionalidad y siguió rodando sin problemas. Hubo mucha tensión, sobre todo durante el rodaje en un lugar del que debían salir a una hora determinada. Todos los departamentos tuvieron que coordinarse y buscar la manera de crear escenas desordenadas que pudieran limpiarse fácilmente. Para ello desmenuzaron el corcho, que tenía aspecto de suciedad. Absorbía la lluvia y era fácil de limpiar.

Contratiempos técnicos

Debido a la época de la producción, los efectos visuales fueron difíciles con los limitados materiales de que disponían. En lugar de quejarse o rendirse, Ridley y su equipo utilizaron su equipo lo mejor que pudieron, pasando de ordenadores y maquetas a decorados reales. Su principal objetivo en esta película no era gastarse todo el dinero que quisieran y hacerla lo mejor posible, sino hacer más con el poco dinero y tiempo de que disponían. No tenían un listón tan alto como el de La guerra de las galaxias.

Hicieron su propia norma basándose en lo que tenían. Un ejemplo de utilización de sus recursos fue cuando rodaron una escena en un congelador real. Había mucha gente que enfermaba y el equipo se estropeaba, por lo que hubo que detener la producción tras pequeños periodos de tiempo. Aunque hubo estas dificultades, en lugar de declararse derrotados persistieron con la idea para la mejora de la película.

Problemas previos a la producción

Ridley vio la película para ver qué cambios había que hacer, y en general la película salió bien, pero se preguntó "¿qué significaba?". Fancher estaba obsesionado con la película. Culpaba y era grosero con Ridley, pero no entendía la cantidad de trabajo que llevaba hacer una película. Pasaron 6 semanas en Inglaterra cortando la película, y no importaba lo que hicieran, no gustaba.

Hubo muchas disputas sobre qué quitar, pero se negoció y consiguieron un producto agradable. Esto se debe a que añadieron más sensores y escenas hipnóticas que dieron una sensación de vida real, algo que no parecería tan artificial y confuso como antes. Su paciencia y su comprensión de cómo se puede ligar el realismo para hacer mejor su película es uno de los factores clave que condujeron a su éxito.

Aunque no fue un éxito instantáneo,

hubo sentimientos encontrados, algunos quedaron intrigados y otros no. Dependía de quién tuviera interés en el futuro, sobre todo la gente que disfrutaba con las películas de ciencia ficción. Los actores tenían expectativas de que a la película le fuera bien, pero cuando se estrenó no hubo una satisfacción total debido a la lógica social y narrativa que la hacía parecer una película de arte y ensayo. Sin embargo, aún tenían esperanzas de que las cosas mejorarían y sabían que alguien descubriría esta película algún día.

ET restó luz a Bladerunner porque también era ciencia ficción. Películas como éstas no le daban ninguna oportunidad. Ya se preveía que el verano iba a tener algunos problemas porque se estaban estrenando muchas películas buenas. La gente quería ver películas felices por lo malo del pasado, y Ridley salió con una distopía absoluta. Sólo obtuvo reconocimiento después de un par de años llenos de paciente espera.

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