Reseña: Asesinato en el Orient Express

Reseña: Asesinato en el Orient Express

"Asesinato en el Orient Express", un clásico de Agtha Christie, ha vuelto a los cines en una película de Kenneth Branagh de 2017. Un asesinato ocurre en el estrecho interior del elegante Orient Express, estableciendo el telón de fondo de un apasionante misterio de asesinato. Branagh, que actúa y dirige con maestría, crea una narración compleja, apoyada por un reparto impresionante, una partitura lúgubre pero impactante y una fotografía impactante. Algunos de los mejores actores de la industria aparecen en "Asesinato en el Orient Express" como un reparto de conjunto. Dirigiendo al grupo con soltura y estilo, Branagh asume el célebre papel del brillante detective belga Hércules Poirot. Su interpretación refleja fielmente la extravagancia y la capacidad de observación de Poirot. Sin embargo, hay muchas más interpretaciones excelentes además de la de Branagh. El reparto está repleto de estrellas, entre las que destacan las actrices Judi Dench y Michelle Pfeiffer, así como las sólidas interpretaciones de Johnny Depp y Josh Gad. Cada uno de ellos aporta un toque especial a sus respectivos papeles. La princesa Dragomiroff, interpretada por Dench, tiene una gracia majestuosa, mientras que la Sra. Hubbard, interpretada por Pfeiffer, es una convincente combinación de poder y calidez. Depp hace una interpretación del misterioso Ratchett que deja al público con la intriga hasta que aparecen los créditos. Los actores tienen una gran química que resulta en una dinámica atractiva que lleva a la película más allá de un asesinato misterioso normal. La espeluznante y evocadora banda sonora de Patrick Doyle actúa como un retrato global del tema. El suspense y la magnitud de la historia aumentan gracias a la partitura, que es casi un personaje en sí misma. Doyle crea un sonido que refleja la tensión y el drama que se desarrolla en la pantalla combinando magistralmente elementos orquestales. El éxito de la música de cine queda demostrado por el tema constante, que es a la vez espeluznante e intrigante y permanece con el público durante toda la película. Hay algunos chispazos de música jubilosa, como durante el embarque en el tren, pero Doyle parecía vincular la mayor parte de la partitura con los temas centrales de la película en su conjunto. El director de fotografía Haris Zambarloukos crea un espectáculo visual en los pequeños camarotes del Orient Express. La fotografía de la película pone de relieve el vacío y la claustrofobia del viaje en tren, al tiempo que capta la ostentación y el glamour de los años treinta. La sensación de misterio aumenta a medida que la cámara recorre los elaborados camarotes y los pasillos escasamente iluminados. Se prepara así el etéreo escenario para el asesinato de Rachett. En conclusión, la interpretación de Kenneth Branagh de "Asesinato en el Orient Express" es una obra maestra que combina con maestría un ritmo sobresaliente, un reparto excepcional y una cinematografía llamativa. Además de honrar el icónico misterio de Agatha Christie, la película es una extraordinaria pieza de dirección. El público asiste a un viaje cinematográfico visualmente espectacular y psicológicamente estimulante mientras el Orient Express recorre Europa a toda velocidad.

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