Sobre la lectura
Una mañana, cuando mires atrás en tu vida, puede que te des cuenta de que, aunque lo hayas hecho lo mejor que has podido, has metido la pata en algunas cosas. La decepción y el arrepentimiento llenan poco a poco tu corazón. Te encantaría tener la oportunidad de volver a hacerlo todo de nuevo, porque ahora ves las cosas mejor, pero no estás seguro de que esa misma oportunidad vuelva a presentarse. Mirando atrás, ¿qué harías si tuvieras una oportunidad más? Algunas personas pueden preocuparse sólo por las cosas a corto plazo, descuidando los significados de la vida, y vivir sólo como muertos vivientes. Otros pueden pensar en esa pregunta, pero casi siempre en la dirección equivocada. Piensan que el verdadero sentido es ser feliz en el tiempo, lo cual también es superficial.
Cuatro años de universidad pasan en un santiamén, y sólo hay unas pocas cosas que puedan dejar un recuerdo profundo, por no decir mucho que merezca la pena recordar.
Mis cuatro años de universidad se pueden calificar de solitarios y, cuando me gradué, miré atrás y sólo encontré dos profesores, uno o dos amigos y un grupo de tías de cantina que se reconocen al escuchar la voz que merecía guardarse en mi memoria.
Enamorarse de la lectura
El valor insustituible de la lectura
Pero la esencia del hombre es la soledad. Todo el mundo lo sabe. Quizá lo más triste sea que la gente dedique cuatro años de su corta vida a la universidad, quedándose aquí cuatro años; pero cuando se van, no queda ni rastro de recuerdo. Si pasan por casualidad en el futuro, no generarán un sentimiento de pertenencia. Entonces, ¿qué sentido tiene este tipo de vida? Quizá debamos reflexionar profundamente sobre ello.
Leer, para una persona misma, es luchar contra la tendencia del mundo y aferrarse al último pedazo de tierra pura que hay en su corazón.
Sigue siendo ininteligible cómo debe pasar la gente su vida, si siguiendo la corriente mundana o cargando ciegamente con las responsabilidades de sus antepasados y avanzando sin pensar. Deciden no considerar detenidamente este problema hasta muchos años después. Entonces, al mirar atrás y ver las huellas dejadas por el camino, empiezan a lamentarse sin cesar.
