¿Tú tomas la decisión? o la decisión te define a ti?
En abril de 2021, el desenfreno de la pandemia de COVID precipitó una crisis en nuestras vidas. En mi vida personal, también me enfrenté a una enorme decisión: ¿trasladarme a un instituto con división internacional o no? El traslado durante el décimo grado es extremadamente arriesgado. Había cubierto cursos en chino, y ahora tenía que estudiar asignaturas en inglés, y en un año estaría solicitando plaza en universidades estadounidenses.
Había sopesado los pros y los contras. La ventaja era que podía estudiar cursos en inglés y prepararme para las universidades estadounidenses. Sin embargo, las desventajas eran abrumadoras: la dificultad de los libros de texto en inglés, la falta de tiempo para las actividades extracurriculares y, lo peor de todo, si era siquiera factible estudiar físicamente en Estados Unidos debido a la creciente pandemia. Cuanto más reflexionaba sobre esta decisión, más inconvenientes aparecían, aplastando mi espíritu. Sin embargo, si abandonaba mi plan, mi vida perdería su color. Mis padres se opusieron rotundamente y echaron por tierra mi propuesta revelando un hecho: es imposible trasladarse en Pekín. Sin embargo, si pudiera encontrar una escuela que aceptara estudiantes transferidos, ellos darían su consentimiento.
Para cerrar la decisión, empecé inmediatamente a ponerme en contacto con las escuelas. Llamé a la primera, pregunté por un traslado y recibí un cortés "no". La segunda, la tercera, la cuarta... todas dieron un rotundo "no". Primero mencioné mi excelente rendimiento académico y me escucharon con gran interés, pero cuando planteé la posibilidad de un traslado, me rechazaron. Entonces cambié de perspectiva. Estudié su política de admisiones y me presenté desde su perspectiva. Esto funcionó mucho mejor, y una escuela mostró cierto interés, pero no volvió a ponerse en contacto conmigo. Seguí llamando.
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En la trigésima octava llamada, me presenté.
"Parece que encajas muy bien, sin embargo..."
Su voz me resultaba familiar, y rápidamente traté de recordar dónde la había oído antes...
"¿Hablo con el director Li?"
"Sí, ¿cómo...?"
"Asistí a sus seminarios web de admisión". Mojé mi garganta seca.
"Todo lo que quiero es una entrevista. Estoy seguro de que soy el estudiante que está buscando".
"Ok, le daré la oportunidad de demostrar su valía".
...
Russ Roberts hace un perspicaz análisis de nuestras elecciones. La vida es más que cálculos de ganancias y pérdidas que resultan de nuestras elecciones. "Las decisiones que tomamos", concluye Roberts, "nos definen" y "determinan quiénes somos, quiénes podemos aspirar a ser, quiénes podemos llegar a ser".
Roberts tiene razón. Quiero añadir una cosa.
Imagínate: cincuenta años después, ¿te arrepentirás de la decisión?
Si no es así, abrázalo ahora.
Obras citadas
Roberts, Russ. "How to Make Decisions When There is No 'Right' One" (Cómo tomar decisiones cuando no hay una "correcta"), The New York Times, 21 de julio de 2022. nytimes.com/2022/07/21/opinion/how-to-make-decisions.html.
