Un recuerdo navideño

Un recuerdo navideño

"Un recuerdo de Navidad" es un relato corto escrito por Truman Capote. Los protagonistas, un niño de siete años y su anciana prima, preparan juntos pasteles de frutas como tradición navideña. Esta singular relación entre los dos personajes crea tensión, alegría y el último recuerdo, ya que ésta sería su última Navidad juntos antes de que el niño fuera enviado a una escuela militar y a varios campamentos. Mediante el uso de una dicción particular, el lenguaje figurado y la repetición o estructura paralela, Capote intenta transmitir una sensación de atributos contradictorios del aislamiento y la intimidad que envuelven a los personajes.

Podría decirse que la dicción es el elemento más importante e influyente del relato, ya que crea una atmósfera de inclusión y reclusión. En el primer párrafo de "Un recuerdo de Navidad", el autor utiliza "Imagina" para iniciar todo el pasaje. Esta palabra atrae rápidamente la atención del lector y describe vívidamente la escena y el entorno. El ambiente hogareño ordinario establece un tono acogedor para la introducción. La elección de Truman Capote de describir las "dos mecedoras" prefigura para demostrar al lector una relación especial entre las dos personas. A lo largo del pasaje, ambos personajes principales no son nombrados; en su lugar, el narrador es referido como "Buddy" por el primo mayor, y la mujer mayor es referida puramente como "mi amiga" por el narrador. Los lectores se ven afectados por esta particular elección del lenguaje sin saberlo. En la mente del lector, se establece un vínculo estrecho entre los dos personajes, pero también se crea un muro entre los personajes y el mundo exterior, ya que no están utilizando la dirección estándar para una persona. En el segundo párrafo, Capote describe el aspecto físico de la anciana prima y "exclama... '¡hace tiempo de tarta de frutas!'" La elección de utilizar tarta de frutas, un alimento tradicional y religioso de Navidad, para describir el tiempo es única. Esta descripción es anticuada y crea una sensación distante, incluso de confusión, a medida que los lectores leen la frase. Esta dicción revela la edad del personaje. Lleva al lector a pensar si esta elección de palabras se debe a la limitación de conocimientos de la prima mayor. ¿Sabe la mujer pronunciar Christmas o incluso la palabra Navidad? Si no es así, puede que sólo sea capaz de describir la Navidad utilizando pasteles de frutas, que sí conoce. Además, el autor utiliza "buggy" para referirse a un cochecito de bebé. Estos detalles demuestran lo alejados que están del mundo y de la dicción moderna.

Otra forma en que Capote enfatiza la cercanía de los personajes y su distancia del resto de la sociedad es a través del lenguaje figurado, como la personificación y los símbolos. Por ejemplo, durante el clímax de la historia, dos de sus parientes descubren que el narrador bebe whisky. Utilizando la personificación, Capote describe: "Muy enfadado. Potentes, con ojos que regañan, lenguas que escaldan". Describe vívidamente el enfado de los parientes haciendo de sus ojos y lenguas individuos que pueden "escarnecer" y "regañar". Este lenguaje figurado impacta en la visión que el lector tiene de los parientes. Los lectores pueden detectar una inferioridad inherente durante este enfrentamiento entre los parientes y el primo mayor. Esto también puede crear simpatía hacia la prima mayor por su estado mental infantil y su comportamiento irresponsable al dejar que un niño beba alcohol, lo que es más probable que los lectores comprendan a partir de toda la información de fondo dada. Además de la personificación, el simbolismo también subraya el aislamiento y la cercanía entre los distintos personajes. En Navidad, los primos suelen hacerse un regalo. Como ambos personajes no son económicamente estables ni lujosos, la prima mayor sólo puede regalar una cometa a su Buddy en Navidad, en lugar de la bicicleta que quiere el narrador. La cometa no sólo representa la amistad entre los dos y encarna sus recuerdos. Al final, el autor hace referencia a la cometa cuando el narrador recibe un mensaje sobre la muerte de la prima mayor. Capote describe su sentimiento como "una cometa en una cuerda rota", mostrando que aunque la cometa, que simboliza el recuerdo, permanece, la conexión entre ellos está finalmente desconectada. Esta constatación recuerda al lector el recuerdo feliz y crea un tono afligido en comparación con la alegría. Queenie simboliza el pequeño mundo aislado que crean el narrador y su primo. Este mundo resulta extraño cuando otras personas, especialmente los familiares, lo observan debido a la enorme diferencia de edad, pero es racional cuando nos damos cuenta de que la prima mayor podría tener algunos problemas mentales que la afectan y que la hacen actuar de forma juvenil. Al morir Queennie, su relación se somete simultáneamente. La muerte de Queenie lleva al clímax del aislamiento de la prima mayor a una situación en la que no tiene compañía ni nadie que pueda comprenderla.

Además, utilizando la estrategia retórica de la estructura paralela, el autor describe eficazmente la segregación del primo mayor del resto del mundo, contrastando la cercanía entre los primos. En la página 62, el autor utiliza una estructura paralela para enumerar varias cosas que la prima mayor nunca ha hecho. Capote dice: "Nunca ha comido en un restaurante, viajado a más de cinco millas de casa, recibido o enviado un telegrama..." Estos detalles revelan la limitada visión del mundo que la prima obtuvo de su escasa experiencia. Estos detalles dan al lector una imagen más vívida del personaje y explican algunos de los comportamientos anticuados que adopta la prima mayor. El lector es ahora consciente de la limitación y puede entender mejor a cada personaje, lo que le lleva a sentir conexión o simpatía hacia esa persona. Justo después, el autor presenta otra lista de cosas que ha hecho el primo mayor. Capote enumera: "matar con una azada la serpiente de cascabel más grande que se haya visto en este condado, mojar rapé, domesticar colibríes hasta que se balancean en su dedo...." Estas acciones crean un estado mental infantil para la prima mayor, que es una prueba obvia de su aislamiento del mundo exterior y de la norma. Aunque Capote plantea la repetición en un lenguaje denotativo, el autor informa con éxito al lector de los antecedentes de la prima mayor, lo que explica su personalidad y sus comportamientos. Después de que el narrador abandone su casa, recibe varias cartas de su amigo. Cuando el narrador enumera las cosas que los primos mayores hacían sin Buddy, Capote utiliza una estructura paralela: "sigue horneando sus tartas de frutas sin ayuda de nadie; no tantas, pero algunas; y, por supuesto, siempre me envía 'lo mejor del lote'" Estas cosas traen a colación el recuerdo y la experiencia vital, lo que permite al lector rememorar y ser consciente de la repetición en la vida del primo mayor. La repetición y la falta de desviación del mismo procedimiento muestran al lector la falta de variabilidad causada por la reclusión de la prima mayor de la sociedad.

Al final de la historia, el autor nos deja con una creciente sensación de aislamiento en la que el chico fue enviado a una escuela militar, y su prima mayor le envía cartas sobre cosas aleatorias que no puede compartir con los demás porque no tiene a nadie que la escuche. A pesar de que la historia tiene un final sentimental con la muerte de la prima mayor que no puede volver a reunirse con su único amigo, podemos argumentar que estos primos lejanos han tenido una relación singularmente estrecha. Utilizando la dicción, el lenguaje figurado y la estructura paralela, Capote sembró sabiamente en el corazón de los lectores esta cercanía, el aislamiento y la solicitud de la prima mayor tras la partida del narrador, lo que provocará una gran tristeza cuando se separen y cuando una muera.

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