Una carta satírica

Una carta satírica

A quien corresponda,

Debo comenzar compartiendo mi máximo aprecio por la escuela hasta ahora. Mi hijo no ha hecho más que triunfar en esta institución, con unas notas altísimas, y el tema del exceso de pizza se ha solucionado con la debida diligencia. Dicho esto, me he enterado de la nueva política en sus aulas, o más bien de la falta de ella. En primer lugar, mi hija ha admitido estar enamorada de un alumno varón de su clase. Además, me ha informado de que su profesora, la señorita Abigail Robbins, ha utilizado brevemente el término "marido" en correspondencia con su matrimonio. Un cubo de vómitos se encuentra junto a mi escritorio mientras escribo esto, por precaución. La misma profesora ha enviado a mi hija a casa con un libro de biología que también muestra este tipo de relaciones heterosexuales. Qué espectáculo tan horrible es ver a un pingüino macho y hembra con alas. Pensando no sólo en mi hija, sino en otros niños impresionables, estos temas de heteronormatividad me parecen horribles, especialmente cuando se integran en la educación de mi hija.

Este tipo de relaciones pervertidas no deberían expresarse en sus aulas. Un día verá a un chico y a una chica retozando por los campos de flores, pero a su impresionable y temprana edad ni siquiera podía considerar el horror. No me importa el "mundo real" cuando pretendo que sus aulas acojan a mis hijos y reciten un juramento a Dios cada mañana. Yo y otros padres no toleraremos vuestra propaganda hetero; ¡dejad que enseñemos a nuestros hijos a ser heterofóbicos! ¿Qué será lo siguiente? ¿Empezarán los profesores a representar con precisión las relaciones históricas en sus aulas de Historia de Estados Unidos también? Insisto en que deben hacer un cambio, por la seguridad futura de nuestros hijos, o de lo contrario votaré a favor de un proyecto de ley que restrinja la educación estadounidense aún más de lo que ya está y que ponga más presión sobre los profesores y estudiantes floridanos. ¿Suena bien el título No digas heterosexual?

Gracias de antemano,

Karen.

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