Uso de la tecnología en las aulas

Uso de la tecnología en las aulas

El resplandor de las pantallas ilumina las jóvenes mentes de los que están perdidos dentro. Aquí mismo Las aulas de hoy en día se centran más en las pantallas y menos en las pizarras. Sin embargo, ¿cómo sabemos si el uso de la tecnología repercute positivamente en el aprendizaje de los alumnos? La tecnología se ha convertido en la vanguardia de la vida humana y la educación es una de las áreas más afectadas. Atrás quedaron los días de la enseñanza con pizarra, en la que los alumnos no tenían más remedio que concentrarse en el movimiento de la tiza en la mano del profesor, fomentando la atención y el aprendizaje activo. En la era actual, las aulas están equipadas con una plétora de dispositivos tecnológicos que proporcionan a los alumnos acceso a una gran variedad de información para un aprendizaje rápido y exhaustivo. Aunque es innegable que la tecnología aporta multitud de beneficios a la educación, cada vez hay más pruebas de que su presencia en las aulas provoca distracciones, lo que dificulta el rendimiento académico de los alumnos. El atractivo de los dispositivos y la tecnología desvía la atención de los estudiantes, lo que suscita preocupación por el impacto perjudicial en su capacidad para concentrarse y participar eficazmente.

Uno de los principales problemas asociados al uso de la tecnología en las aulas es el aumento exponencial de las distracciones. Con el acceso a Internet y a diversas plataformas de redes sociales y juegos en línea, los estudiantes tienen a su alcance un sinfín de entretenimientos. Esto se evidencia en un escenario observado por Natalie Wexer en el que se encontró a un estudiante, Kevinstudent Kevin, participando en una actividad de distracción en lugar de centrarse en la tarea. Natatlie Wexer, en un artículo de "MIT Technology Review", relata el incidente diciendo: "Volví a ver a Kevin para ver si había sido capaz de combinar 8 y 3. Pero me encontré con que estaba dibujando un rosa brillante. No quiero", suspiró. "¿Puedo jugar a un juego?"" (Wexer). Esta situación con Kevin demuestra claramente cómo el atractivo de las capacidades interactivas de la tecnología desvía fácilmente a los estudiantes de su concentración en el trabajo escolar. Además, la tentación constante y la disponibilidad de la tecnología actúan como barreras para que los estudiantes se concentren e incluso retengan la información. En el artículo "GStyle Magazine: Adverse Effects of Technology in Education" se afirma: "...cuando los estudiantes utilizan la tecnología para estudiar, pueden distraerse fácilmente con los feeds y las notificaciones que aparecen con regularidad. Puede que estén dispuestos a estudiar, pero cuando la distracción es excesiva, pierden la concentración y no alcanzan el objetivo" (Adverso). Esta información demuestra que la mera presencia de dispositivos personales en el aula impide a los estudiantes sumergirse plenamente en la escuela. Las continuas interrupciones fragmentan su atención, lo que se traduce en una escasa comprensión de la materia. Por último, se observó durante una investigación realizada mientras se caminaba por los pasillos de Brooklawn Middle School, se escuchó una interesante conversación sobre hacer trampa. Por ejemplo, una chica le dijo a su amiga de al lado: "'Ah, sí, encontré las respuestas al formulario de Google en Internet'" Este incidente suscita preocupación sobre la integridad académica, ya que muchos alumnos pueden buscar fácilmente las respuestas a casi cualquier cosa que se les enseñe en la escuela, lo que repercute en el aprendizaje real.

Volviendo sobre el tema, la investigación subraya constantemente los retos que plantea el uso de la tecnología en las aulas. Los estudios revelan que la exposición prolongada a la tecnología durante las horas de aprendizaje contribuye a reducir la capacidad de atención y a disminuir el rendimiento académico de los alumnos. Según la "Biblioteca Nacional de Medicina" revela que "...los estudios han demostrado que el tiempo excesivo frente a la pantalla y la multitarea con los medios pueden afectar negativamente al funcionamiento ejecutivo, al desarrollo sensoriomotor y al rendimiento académico en años posteriores" (Muppalla). Esta cita subraya el impacto adverso del tiempo excesivo frente a la pantalla y la multitarea con los medios en las capacidades cognitivas y el progreso académico de los estudiantes. En concreto, destaca cómo la exposición prolongada a la pantalla puede perjudicar el funcionamiento ejecutivo, que es crucial para tareas como la resolución de problemas, algo que los estudiantes hacen todos los días en la escuela. Además, la investigación de "MIT Technology Review" destaca que el uso no guiado de la tecnología en las aulas aumenta las distracciones, lo que crea dificultades en el pensamiento crítico y el procesamiento de la información de los estudiantes. Su estudio demostró que los estudiantes que participaban en juegos en línea durante el tiempo de estudio obtenían peores resultados en las pruebas de comprensión en comparación con otros que estaban concentrados. Esto es importante porque muestra cómo el uso no guiado de la tecnología, en particular la participación en actividades no educativas, obstaculiza la capacidad de los estudiantes para aprender y retener información de manera eficaz. Por último, un cuestionario, recogido en el artículo "Digital Distractions in Class Linked to Lower Academic Performance" fue realizado por PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) que reveló que, "...el 65 por ciento de los estudiantes de los países que forman parte de la OCDE dijeron que se distraen utilizando dispositivos digitales, y el 59 por ciento afirmaron distraerse con otros estudiantes que utilizan dispositivos digitales. Estas distracciones muestran una fuerte correlación con un menor rendimiento académico, según el análisis del informe. De media en los países de la OCDE, los estudiantes que afirmaron haberse distraído con otros estudiantes que utilizaban dispositivos digitales en clase en al menos algunas lecciones de matemáticas obtuvieron 15 puntos menos en matemáticas que los que afirmaron que esto nunca o casi nunca ocurre" (Langreo). Así pues, estas estadísticas ponen aún más de relieve el carácter omnipresente de las distracciones digitales y su impacto negativo en el rendimiento académico de los estudiantes.

En última instancia, en una era en la que las pantallas han cobrado protagonismo en la educación, la naturaleza perturbadora del exceso de tecnología sigue siendo una preocupación conmovedora. Surge la necesidad de un enfoque matizado de la integración de la tecnología, que aproveche las ventajas al tiempo que mitiga las distracciones y los inconvenientes cognitivos. Equilibrar el compromiso en línea con las limitaciones es una forma en que los educadores pueden ayudar a resolver este problema. Así pues, es crucial encontrar el equilibrio adecuado entre el uso de la tecnología y los métodos de enseñanza tradicionales. Este equilibrio es vital para crear un futuro en el que la educación pueda florecer en nuestra era digital.

Categorías:

Noticias relacionadas