Viajé en el tiempo para salvar a JFK: la historia del 22/11/63

Viajé en el tiempo para salvar a JFK: la historia del 22/11/63

Hay un viejo dicho: "Un buen libro enseña una lección, pero un gran libro hace una pregunta" El 22/11/63 de Stephen King planteó una pregunta que me persiguió durante todo el libro: ¿se debe cambiar el pasado?

La novela se desarrolla en 2011. El protagonista, Jake Epping, un profesor de inglés de un instituto de Lisbon Falls, Maine, recibe un encargo de su amigo Al Templeton, que se está muriendo de un cáncer de pulmón terminal. ¿En qué consiste esa tarea? Sencillamente, viajar en el tiempo para salvar a John F. Kennedy de ser asesinado el 22 de noviembre de 1963. La tarea, aparentemente imposible, es posible gracias a un portal que Al, el dueño de una cafetería local, ha descubierto en su despensa. Al pasar por él, el viajero del tiempo siempre vuelve al 9 de septiembre de 1958. No importa cuánto tiempo permanezca el viajero en el pasado, el portal siempre se mueve entre 2011 y 1958. Cada viaje dura exactamente dos minutos en 2011. Además, cada vez que se utiliza, se borran las acciones anteriores realizadas en el pasado. El portal siempre vuelve a viajar al mismo día de 1958.

A lo largo del viaje de Jake desde 1958 hasta 1963, experimenta romance, tensión y suspense. Se enamora en 1959 de una bibliotecaria del instituto local, Sadie Dunnings. Sin hacerse notar, se propone cumplir la voluntad de su amigo moribundo. Sin embargo, durante la lectura, la pregunta siempre afloró en el fondo de mi mente: si podemos cambiar el pasado, ¿sería correcto y valdría la pena? Esta pregunta plantea otras. ¿Matar por el "bien mayor" convierte a alguien en una buena persona? ¿Debería una persona tener el poder de cambiar el pasado y jugar a ser Dios? ¿Qué hace que alguien esté cualificado para determinar lo que está bien o mal en este mundo? ¿Matar a alguien en el pasado con la esperanza de hacer del mundo un lugar mejor en el futuro te hace mejor que un asesino en serie? Aunque estas preguntas nunca se responden directamente, la novela permite al lector reflexionar sobre estos temas controvertidos. Cada lector debe responder a estas preguntas por sí mismo, que es precisamente la razón por la que este libro es tan fantástico. La novela no se limita a dar la lección al lector.

El lenguaje descriptivo, los motivos y el simbolismo que utiliza King contribuyen a que la trama de la novela sea absolutamente impresionante y cautivadora. La escritura de Stephen King es inmaculada. Siempre mantiene al lector con ganas de más. Desde la primera vez que Jake pone un pie en los años 50 hasta su primer baile con Sadie, los detalles históricos y las imágenes son simplemente fantásticos. También es espectacular la forma en que King planta sin esfuerzo motivos y símbolos en toda la obra. Mis favoritos son el hombre de la tarjeta amarilla y el motivo siempre repetido de "Jimla". Estos símbolos y motivos añaden profundidad a los personajes y a la trama. Profundizan en el significado del libro al ofrecer diferentes perspectivas sobre los personajes y los acontecimientos.

El 22/11/63 es una novela con profundidad, acción e historia. Está repleta de un bello lenguaje y de detalles históricos. Tiene una trama maravillosa con lágrimas, alegría, horror y suspense que mantiene al lector en vilo. Este libro es una lectura obligada para cualquiera que esté remotamente interesado en las novelas románticas, de acción y de suspense. Llena de multitud de emociones y de la necesidad de pensar, esta novela de 849 páginas es sin duda una obra maestra escrita por King.

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