Buenos Presagios: Las simpáticas y acertadas profecías de Agnes Nutter, informe sobre brujas

Buenos Presagios: Las simpáticas y acertadas profecías de Agnes Nutter, informe sobre brujas

Plantéese una pregunta sencilla: ¿Puede uno cambiar su destino predeterminado? Puede que la respuesta a esta pregunta le venga a la mente al instante, ya que piensa que es extremadamente obvia; sin embargo, la novela de 1990 escrita en colaboración entre los autores ingleses Terry Pratchett y Neil Gaiman Buenos Presagios: The Nice and Accurate Prophecies of Agnes Nutter, Witch demuestra que las verdaderas respuestas a esta pregunta podrían ser mucho más complicadas.

Hay tres personajes principales en la novela: Aziraphale, Crowley y Adam. Aziraphale es un ángel enviado por el cielo que vive en la Tierra desde su creación. Junto con Aziraphale, Crowley, el demonio enviado por el infierno, también vive en la Tierra desde el primer día. Adam es un niño normal de 11 años que vive en Tadfield con sus padres. Sin embargo, más tarde descubrimos que tenía su destino planeado incluso antes de nacer.

Hablando de destino, empecemos por responder a la pregunta. La predeterminación y el destino son algunos de los grandes temas de la novela, porque llegamos a saber que cada personaje tiene su propia misión en la Tierra, y parece que sus futuros han sido planeados de antemano. Adam, por ejemplo, cree que es un adolescente normal y corriente, pero lo poco que sabe es que en realidad es el hijo del mismísimo diablo, Armageddon, y que está destinado a ayudar a acabar con la humanidad en la Tierra. Aziraphale y Crowley son una especie de agentes o trabajadores enviados a la Tierra por el cielo y el infierno para preparar el llamado "Plan Inefable" que es el plan de Dios para la Tierra. Según la Biblia, este plan termina con el Armagedón y la caída final de la humanidad. Se supone que Crowley hace cosas malas y Aziraphale cosas buenas.

Entonces, ¿puede alguien cambiar su destino aunque lo haya planeado el mismísimo Dios o el Diablo? La respuesta a esa pregunta según la novela es sí. Tanto Aziraphale como Crowley tienen destinos y misiones claros. Se supone que esperan con impaciencia el fin de la humanidad, ya que significará que ambos han cumplido con el trabajo que se les ha asignado. Sin embargo, han vivido en la Tierra durante tanto tiempo hasta llegar a los días modernos que les empezó a gustar la vida en la Tierra como "humanos".

He estado usando la palabra "ellos" para describir a Aziraphale y Crowley aunque ellos y sus destinos son drásticamente diferentes. Lo he hecho por una razón. A lo largo de todos los siglos que viven juntos en la Tierra, Aziraphale y Crowley se acostumbran el uno al otro e incluso se hacen amigos. Al final son más parecidos entre sí que a sus co-ángeles o co-diablos. Es bastante irónico, ya que se suponía que debían ser enemigos y luchar entre sí. Las palabras "se suponía que eran" ya indican que han cambiado algo. Incluso a menudo se ayudan mutuamente y se cuentan cuál es su trabajo. Después de acostumbrarse a la cómoda vida en la Tierra, ni siquiera quieren que el "Plan Inefable" tenga éxito y que la humanidad termine, ya que eso significaría que sus cómodas vidas también terminarían.

Al principio del libro, cuando el infierno envía a Crowley a Adam, que es un bebé en ese momento, esperan que Crowley entregue a ese bebé a la familia de un funcionario americano para que la influencia maligna sea mayor cuando Adam crezca. Sin embargo las enfermeras del hospital cometen un error durante el cambio, y Adam crece en una familia normal en el campo de Londres. Como Crowley y Aziraphale quieren impedir que se lleve a cabo el "Plan Inefable" para preservar sus actuales estilos de vida, deciden formar equipo e intentar criar a Adam e influir en él de forma que no se vuelva tan malvado. Al final lo consiguen, aunque pasan por algunas dificultades. Este es un buen ejemplo de cómo puede cambiar el destino de una persona. El mal y el ángel se alían para "no hacer su trabajo" ¿Te lo imaginas? Están haciendo exactamente lo contrario de lo que se supone que no deben hacer. Y acaban de cambiar lo que estaba planeado para ellos por Dios y el Diablo mismos. ¿No es tan irónico?

Del mismo modo, Adán también va en contra de su destino. Antes incluso de nacer, Adam tiene toda su vida planeada. Se supone que nacerá en una buena familia y que en su undécimo cumpleaños le regalarán un perro... y que ese perro monstruoso le ayudará a acabar con la humanidad. Se supone que es un demonio en un cuerpo humano. En lugar de eso, acaba luchando él mismo contra el Armagedón para evitar el fin de la humanidad, otro ejemplo más de cómo un personaje es capaz de ir y cambiar su destino predeterminado.

Este es sólo uno de los muchos temas que aparecen en Buenos Presagios: Las Simpáticas y Acertadas Profecías de Agnes Nutter, Bruja. En conclusión, este libro es muy irónico, divertido y entretenido a primera vista, pero cuando se profundiza, se ve todo el significado oculto detrás de las líneas. Y para experimentar realmente la belleza de esta asombrosa novela, todo el mundo debería leerla por sí mismo.

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