Diez nuevos cargos contra George Santos, entre ellos el robo de identidades de donantes

Con todo lo que está pasando en el mundo, es posible que se haya olvidado de que había un representante republicano en el Congreso -llamémosle George Santos- que se pasó aproximadamente el 97% de su biografía en campaña y, en mayo, fue acusado de 13 cargos federales, entre ellos fraude electrónico, blanqueo de dinero, declaraciones falsas ante la Cámara de Representantes y robo de fondos públicos. El martes se le imputaron 10 nuevos cargos penales que, en cierto modo, son incluso más descabellados que los 13 originales.

En la nueva acusación, los fiscales alegan que el congresista neoyorquino robó la identidad de los donantes, utilizó sus tarjetas de crédito para hacer cargos por más de 44.000 dólares y transfirió parte del dinero a su cuenta bancaria personal y a las arcas de la campaña. Además, el gobierno ha acusado a Santos de declarar falsamente a la Comisión Federal Electoral que había prestado a su campaña 500.000 dólares, cuando no le había prestado nada y, de hecho, tenía menos de 8.000 dólares en el banco.

"Según se alega, Santos está acusado de robar la identidad de personas y hacer cargos en las tarjetas de crédito de sus propios donantes sin su autorización, mintiendo a la FEC y, por extensión, al público sobre el estado financiero de su campaña", dijo el abogado estadounidense Breon Peace en un comunicado.

George Santos sigue contando cuentos, esta vez sobre secuestros

George Santos está detenido tras ser acusado de 13 delitos

No es de extrañar, dada la forma en que Santos ha abordado las anteriores acusaciones que se han hecho contra él, que lo haya negado todo, diciendo a los periodistas: "Lucharé contra esto para demostrar mi inocencia. Así que sí, estoy negando hasta la última acusación".

Además, parece que intentó culpar de todo lo que se le acusa a la ex tesorera de la campaña, Nancy Marks, que se declaró culpable de cargos de conspiración la semana pasada. "No tenía ningún control sobre las finanzas de la campaña en concreto", dijo Santos, "lo he dejado meridianamente claro. Pagué a alguien, y por cierto, según las noticias -ustedes, algunos de ustedes en las noticias informaron- pagué de más a alguien, que me ha metido, en este momento, en una serie de problemas."

Increíblemente, Santos confirmó que "aún se presenta a la reelección". Pero si depende de un grupo de republicanos neoyorquinos, este tipo desaparecerá mucho antes de que se emita ningún voto: El miércoles, el representante del GOP Anthony D'Esposito anunció en X, antes Twitter, que va a "presentar una resolución de expulsión para librar a la Cámara del Pueblo del defraudador George Santos", diciendo a los periodistas que Santos es una "mancha" para el Congreso y el estado de Nueva York.

Su compañero republicano Nick LaLota, copatrocinador de la resolución (junto con Mike Lawler, Marc Molinaro, Nick Langworthy y Brandon Williams), describió a Santos en términos similares, calificándolo de persona "inmoral" y "poco de fiar", y añadió: "Cuanto antes se vaya, mejor".

En respuesta a la medida de echarlo de Washington, Santos dijo de sus compañeros republicanos: "Si quieren ser juez, jurado y árbitro de todo el maldito asunto, que lo hagan. Sólo quieren silenciar a la gente del tercer distrito del Congreso".

Este artículo apareció originalmente en Vanity Fair.