Simone Biles y la importancia de alzar la voz

Cada persona tiene una razón diferente para practicar un deporte. Puede ser para mejorar nuestra salud o para distraer nuestra mente de este mundo estresante en el que vivimos. Algunas personas se sienten tan cómodas practicando un deporte que lo convierten en su trabajo. Por supuesto, practicar su deporte profesionalmente les da la oportunidad de hacer lo que les gusta cada día y ganar dinero con ello, lo cual está muy bien, pero también les da una plataforma que puede ser muy útil para abordar problemas de nuestra sociedad, por ejemplo.

He elegido a Simone Biles como ejemplo porque es alguien a quien respeto mucho.

Simone nació en 1997 como la tercera de cuatro hermanos. Su madre no podía hacerse cargo de ella ni de sus hermanos, así que acabó en una casa de acogida hasta que su abuelo se enteró de la situación en la que se encontraba y la adoptó, al igual que a uno de sus hermanos. A los 6 años probó por primera vez la gimnasia y le dijeron que se le daba muy bien. Decidió empezar a tomar clases y enseguida se dio cuenta de que, más que buena, tenía talento. Pasaron los años y Simone siguió mejorando en su deporte. Rápidamente se hizo un nombre y participó en los Juegos Olímpicos. En 2016, se sinceró sobre su TDAH tras ser acusada de tomar productos ilícitos antes de su turno en los Juegos Olímpicos. En realidad, los resultados del control antidopaje se debían a sus medicamentos para el TDAH, que tomaba desde la infancia. Más tarde dijo que no tenía miedo de decirle al mundo la "verdad" porque el TDAH no era "nada de lo que avergonzarse". Creo que esto ayudó a muchas personas con TDAH a sentirse menos solas, y eso es algo estupendo.

Simone Biles es ahora la gimnasta más condecorada de la historia

Gimnastas y famosos apoyan la decisión de Simone Biles de priorizar su salud mental

Más tarde, en 2018, habló de otra cosa. Acusó públicamente al exmédico de su equipo de conducta sexual inapropiada, junto con otros compañeros de equipo. Más tarde se reveló que Larry Nassar, el médico en cuestión, tenía un recuento total de aproximadamente 265 víctimas. El hecho de que Simone tuviera el valor de denunciarlo es algo que respeto mucho, porque se arriesgó por ello. Podrían haberle dicho que era una mentirosa, por ejemplo, lo cual es desgarrador, pero le ocurre a muchas mujeres todos los días. Probablemente ayudó a muchas personas, sobre todo a las otras víctimas de Nassar, a sentirse menos solas y a saber que nada de lo que ocurrió fue culpa suya, como siempre ocurre en los casos de abusos sexuales. Tras un juicio, Nassar fue a la cárcel para que no pudiera seguir haciendo lo que le hizo a Simone y a tantas otras.

En conclusión, creo que el deporte es algo que necesitamos en nuestra sociedad y que es maravilloso cómo permite a los deportistas abordar asuntos importantes como el racismo o los abusos, porque les da una plataforma real. Pero, ¿se les tomará siempre en serio con el paso de los años? ¿Desaparecerá algún día esta plataforma?