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En cuanto abrí la caja de Amazon que contenía el codiciado I'm Glad My Mom Died de Jennette McCurdy, supe que me esperaba un gran viaje. Con el libro completamente agotado en todo el mundo desde su fecha de lanzamiento, mis expectativas estaban por las nubes. Jennette protagonizó en su juventud series nostálgicas de Nickelodeon como iCarly y Sam and Cat, por lo que el libro se convirtió en un libro de culto incluso antes de salir a la venta. Las reseñas que había visto antes presentaban la historia como un jugoso "Nickelodeon tell-all". A pesar de que esto me hizo imaginar a McCurdy en un sofá con Andy Cohen, este libro sorprendentemente tiene mucho corazón.

I'm Glad My Mom Died es una de las "memorias sobre traumas" más encantadoras que he leído nunca. El libro refleja el estilo y el ingenio de otro famoso libro de memorias sobre el trauma: Black Boy, de Richard Wright. Digo esto porque ambas obras se leen como ficción y tienen comentarios increíbles y sarcásticos.

Como el libro describe principalmente la vida de McCurdy como actriz en su juventud y sus luchas con las relaciones abusivas y la comida, McCurdy es capaz de conectar con los lectores de una forma que nunca había visto antes. Las críticas favorables proceden principalmente de adolescentes y jóvenes adultos que se identifican con los relatos de McCurdy sobre los altibajos de los trastornos alimentarios. Al estar presente en las redes sociales durante la publicación de las memorias, pude comprobar la repercusión del libro y cómo la historia de McCurdy influyó en las adolescentes para que también compartieran sus luchas. Como yo también soy adolescente y he tenido problemas con la comida en el pasado, entiendo perfectamente el revuelo que ha causado el libro. I'm Glad My Mom Died se dirigió a una generación vulnerable e hizo que se escucharan nuestras historias.

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I'm Glad My Mom Died se lee como un puñetazo en las tripas, pero me sorprendió ver un lado cómico y encantador en las historias y recuerdos horribles de McCurdy. Todos los momentos que te dejan boquiabierta están perfectamente proporcionados con el ingenio cómico natural de McCurdy. Tanto si habla de su madre maltratadora como de un novio que se cree la segunda venida de Cristo, McCurdy escribe con una variedad de emociones que siempre hace que el tono y el estado de ánimo sean diferentes en cada capítulo. Además, el increíble uso que hace McCurdy de los detalles hace que el diálogo sea muy envolvente. Cada vez que abres el libro, nunca sabes lo que te vas a encontrar, y te ves transportado a la historia.

Cuando se trata de unas memorias extremadamente bien escritas, no sólo estás leyendo sobre su vida. Con el increíble uso que hace McCurdy de los detalles y el diálogo envolvente, te pones en su piel y experimentas su vida junto a ella. Con sus traumas escritos de forma cómica, su nostalgia de los años 2000 y su increíble ingenio, McCurdy es capaz de conectar con los lectores como nunca antes lo había hecho. Este libro resistirá el paso del tiempo y no se convertirá en otras memorias de famosos.