Reseña del libro: La carretera

Reseña del libro: La carretera

La carretera, de Cormac McCarthy, me llamó la atención por la sensación de oscuridad y desolación que desprende. También me encantan las novelas y series distópicas porque siempre tienen lugar en zonas en las que la vida se hace muy difícil para los personajes, y normalmente todos son muy diferentes entre sí.

The Road sigue a un hombre y a su hijo pequeño que necesitan seguir viajando hacia el Sur para sobrevivir en un mundo postapocalíptico. Siguen las carreteras y continúan su viaje mientras buscan comida y provisiones por el camino. El dúo de padre e hijo se encuentra con muchos obstáculos a lo largo de su camino, ya sean los supervivientes caníbales o las duras condiciones meteorológicas que cambian constantemente. A lo largo de su camino, encuentran muchas zonas de interés que guardan objetos realmente importantes para su supervivencia, como el barco abandonado o la granja.

A medida que avanzan en el camino, los numerosos supervivientes que conocen y las experiencias que soportan tienden a forjar sus caracteres y a fortalecer sus cualidades. Al principio de la novela, se describe al hombre con problemas respiratorios que hacen muy difícil la continuación del viaje que tienen por delante, y el hijo empieza siendo muy cobarde y confiaba mucho en su padre para que le enseñara las formas de sobrevivir en este mundo. Hacia el final de la novela, el padre se vuelve fuerte y se prepara para los problemas con el fin de proteger a su hijo de lo que pueda haber ahí fuera, mientras que el hijo se vuelve más comprensivo con los horrores de lo que vio a lo largo de su viaje.

Una de las cosas que noté enseguida en esta novela es su estilo de escritura tan singular. McCarthy utiliza todo tipo de vocabulario exótico, pero lo hace de forma muy eficaz, con grandes palabras como engomado, suntuoso, granítico, etc. A veces las descripciones te pintan una escena preciosa en la cabeza: "Una vez había truchas en los arroyos de las montañas. Podías verlas de pie en la corriente ámbar donde los bordes blancos de sus aletas se meneaban suavemente en la corriente" (McCarthy 286).

La ambientación de esta novela también me parece realmente interesante. Cualquier escenario postapocalíptico/distópico, para mí, es súper interesante y éste es diferente a la mayoría de los que he visto. El páramo estéril que casi nadie puebla crea problemas para los personajes aparte de las personas de las que tienen que preocuparse. La comida y el cobijo son los grandes problemas para ellos.

No hubo muchas cosas de esta novela que no me gustaran porque al final me acabó gustando mucho, pero las pocas cosas que no me gustaron fueron todo estructuración del autor. Por ejemplo, no se revela ni una sola vez el nombre del chico o del padre. Esto dificulta la comprensión de muchas partes, ya que se hace referencia al padre como padre y al hijo como hijo. También hay muchas confusiones con respecto a la persona en la que se centra la perspectiva porque los pronombres utilizados para el padre y el hijo son tanto él como él.

En general, recomendaría este libro a cualquier persona a la que le guste leer novelas distópicas o incluso novelas de tonos más oscuros. Hay tantas cosas únicas acerca de este libro que no pertenecen a otras novelas distópicas que es una lectura obligada.

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